Litio y Hierro

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Para todos mis compañeros de la vida había sido una semana llena de
emoción,claro en eso me excluyo yo.
Para mi solo fue una semana normal, durante la cual cada día desde el
despertarme hasta cuando la luna caía se sentía como ese pequeño
momento que da un videojuego, era como que sabía que algo malo iba a
pasar pero..... no, era más bien como si estuviera esperando que algo me
pasara, algo con lo que sentir, algo que ayude a salir; ya toda esta
semana caminaba con una paz y normalidad que evitaba que me calmara
que me mantenía en un estado tormentoso dentro de mi mismo, donde
aunque parezca irónico yo no tenia ni un poco de control. pero esto solo
fue dentro de mi ser, en la capa superior de mi pobre ser existente
sonreía, pero no fingia aquella sonrisa, solo era un residuo de la inercia
de la ignorante vida que llevaba, pero esa fuerza rectilínea lentamente
iba siendo retenida por el acosador sentimiento de melancolía.
Tenia la esperanza de que la melancolía fuese quien me rescatase, que
ese rastro de un sentimiento marchito, no importaba cual fuese; chocase
contra esta fuerza que parecía indetenible, estaba tan desesperado que
me gritaba hacia mi mismo para dejar de moverme, pero era como si mi
querer como el hacer estuviesen pausados y no los pudiese manejar.

se sentía como estar ahogado y que nadie venga en tu ayuda, sentía mi
auto golpeteo que me daba en el pecho para respirar, con una mano y con
la otra sostenía mi cuello creyendo que eso evitara el ahogo. porque lo
hacia? creía que yo solo podía salvarme, pero necesitaba ayuda.

en ese sentimiento de muerte me di cuenta que no eran ellos los que me
dejaban era yo el que no me quería mover, culpaba a cosas inexistentes
en alguien tan pedante como yo, la inercia. "la inercia? eso era para
débiles, yo no necesito nada más que yo"- eso hubiese dicho el anterior
yo, el "yo" que solo creía que era auto suficiente, un "yo" que solo vivía
de "yo", un ser egoísta que por correr tanto tiempo solo perdió las fuerzas
para avanzar, y rápidamente fue alcanzado y rebasado, y su orgullo era
el grillete que lo tenia detenido...

entonces se trago su orgullo y pidió ayuda.

pero igual nadie escucha mis lamentos, todos avanzaron y me quede atrás                                             viendo como ellos sonreían y avanzaban... ya era muy tarde... nadie                                                              ya nadie escuchara mis quejidos egoístas... solo me queda tomar unas botellas                                      de vino  

Manchas de litio y hierroWhere stories live. Discover now