CAPÍTULO 1: PONGÁMOSLE FIN

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Me pare en frente de la enorme puerta del banco, acomode mis gafas y entré, fijé mi vista en la sala de espera, mientras pasaba por la alfombra de sisal café claro, con la palabra «Bienvenidos » en letras blancas; camine hasta allí y me senté en uno los grandes muebles de Gamuza rojo, negro y blanco; pase la palma de mi mano viendo cómo se quedaba impregnada mi huella en el mueble. Tome una revista de encima de la pequeña mesa de en frente y la ojee para disimular un poco, observando por encima de la revista divise los dos policías en la entrada. Este lugar es muy grande como para colocar solo dos policías, pensé. Examiné las posibles cámaras, una, dos, tres... tres cámaras a la vista, pero no descartare la idea que obviamente habrán más que no están a mi vista.

⎯ Maldición ¿qué hora es? ⎯ Mire la hora, del pequeño reloj de mano, mientras ponía de vuelta la revista en su sitio. Puse un mechón de cabello por detrás de mi oreja suspirando ⎯ Él tipo no llega ⎯ Susurre para mí mismo, ya con impaciencia.

En ese instante las puertas giratorias se movieron dejando ver un tipo, sin duda alguna, cualquiera diría que es un «Ricachón». La comisura de mi labio derecho se levantó formando una sonrisa. Él, con un sombrero y un abrigo que dejaba ver su perfecto traje Armani gris a la medida y una corbata roja a rayas, que hacia un juego perfecto, caminaba a paso largo y sin vacilar; sus fuertes pisadas, con zapatos Oxford italianos a la última moda, resonaban en la amplitud del salón.

⎯ Entonces ese es mi "encargo" ⎯ Observe la maleta en manos del hombre⎯ Ok, hora de recogerlo ⎯

Abrí mi bolso y saque el portátil, fue cuestión de segundos para ingresar al sistema de seguridad, hice algunas modificaciones y «Clic» – que fácil, debería dedicarme al hackeo de cuentas bancarias – pensé. Programé un virus cuya interferencia durará más o menos cinco minutos, tiempo en que se supone debo salir de aquí con la maleta; esta interferencia ocasionará que las cámaras del lugar pierdan señal y dejen de funcionar o en su defecto borre la información, – por lo que yo nunca entré en este lugar – no puedo dejar rastros.

El pitido del ordenador me dio la señal, rápidamente me quite mi abrigo y saque mis dos pistolas apuntando a los policías en la entrada, pero no pase desapercibido, a los pocos metros una anciana dio un grito ahogado mientras me señalaba; los policías giraron, pero les di un perfecto disparo a ambos haciendo que cayeran muertos.

Todo adentro se volvió un caos; las personas comenzaron a gritar.

⎯ ¡Ustedes, fuera de ahí! ¡Ya! ⎯ Ordené mientras hacía maniobras para apuntar a todos los banqueros a la vez. Ellos hicieron caso y salieron de detrás del mostrador. Fui directo al hombre del maletín.

⎯ Creo que me llevare esto ⎯ Dije mientras tomaba la maleta de sus manos. Él no puso ninguna resistencia y una vez que la tuve, el hombre levanto las manos al aire en forma de rendición. Fruncí el ceño al ver que el maletín tenia candado, con exactamente 5 dígitos.

⎯ La clave, ahora ⎯Le apunte en la cabeza con el arma. Él suspiró mientras cerraba los ojos.

⎯ No te la diré ⎯Un hilo de voz salió de su boca, apenas podía oírse.

⎯ ¿En serio? ¿Quieres hacer esto de la forma difícil? ⎯ Solté las palabras en forma cortante. No tengo mucho tiempo y el idiota quiere jugar. Esto definitivamente no va conmigo.

No respondió, opte por golpear el tipo con el arma en la cabeza, haciendo que de inmediato un hilo rojo bajara hasta su mejilla izquierda.

⎯ ¡La clave, ahora! ⎯ Ya estaba exasperado.

✮ LA LISTA NEGRA ✮ (ChanBaek Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora