Al compás.

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Runaterra, Valoran, Demacia. Allí, en una ciudad de nobles, donde la monarquía reina, una mujer que estaba al cargo de las labores curativas y musicales de la corte se encontraba sola en uno de los bancos reales a plena luz del día. Ella era Sona, mejor conocida como la virtuosa de las cuerdas, huérfana y criada en Jonia. La verdad es que pocos sabían esa historia, pero menos aún conocían muchos de sus secretos, o al menos los que hubieran vivido lo suficiente como para saberlo, pues al ser criada finalmente por una rica a la que le quedaba no mucho tiempo, todas sus fuentes eran personas que estaban a un paso de la vejez, si no lo estaban ya. Toda esa vida había quedado atrás, y con ella, lo que tuvo que hacer para conseguir la actual. Y sin embargo, ahí estaba, sola en uno de los bancos reales a plena luz del día.


Era un viernes agradable, hacía sol y el viento era fresco. La peliazul pensaba en muchas cosas en ese instante, ¿qué hacía allí? ¿Quién era realmente? ¿De verdad le gustaba seguir viviendo en aquel lugar? Lleno de personas que te miran con desprecio si están por encima, y te ven como dioses si están por debajo. Aquella ciudad era hermosa, desde luego. Pero sus ciudadanos, o al menos a los que ella acostumbraba a ver, no eran más que peones en un tablero de ajedrez marcado por el actual rey, Jarvan IV. Sentía lástima por ellos, ella no había crecido así y por tanto sabía que no eran nadie para el rey, a pesar de todo lo que este se entregara para defender su Ciudad-Estado y a sus súbditos. Al fin y al cabo, era otro monarca más, como el fallecido Jarvan I.


La mujer suspiró, y tras aquellas reflexiones terminó por levantarse, se desperezó como un gato recién levantado, estirándose y mirando al cielo. Luego, miró al frente y puso su mejor sonrisa para dirigirse a su casa, situada no muy lejos del castillo del rey, pues aunque le hubiera ofrecido quedarse allí, ella sólo aceptó con la condición de poder vivir a solas y sin depender de personas que lo harían todo por ella, pues nunca le gustó ese trato con las personas. 


Todo iba bien, e incluso se topó con una de las pocas a las que podía llamar amigas en aquel lugar, una pequeña yordle de pelo rubio y largas coletas.


- ¡Sona! -Dijo ella, antes de dejar a la humana hablar- ¿Has tenido el día libre? ¿Qué tal estás? Se te ve con buena cara hoy.

Y la mujer, que no dudó en agacharse y sonreírle, respondió con más energía de la que esperaba.

- ¡Oh. hola, Poppy! La verdad es que no, he terminado recientemente las labores del castillo y ahora volvía a casa. La verdad es que ha sido un día muy ameno. Por lo general, suelo salir antes. 

- Ya veo... oye, perdón por interrumpirte, pero... ¿has visto a Shyvana por aquí? La verdad es que la he estado buscando y no la encuentro. Estoy preocupada. -Y entonces, la rubia aprovechó la posición de ambas y acercó su boca al oído de la contraria mirando a los alrededores.- Escúchame bien, Sona. Algunas personas dicen que han visto al ejecutor de Noxus en una posada en las afueras del norte de Demacia, por favor. Ten cuidado.


Y así como ella dijo esto, la virtuosa palideció. No tenía miedo a esa clase de cosas, es más, era muy curiosa en esos aspectos. Pero... ¿el ejecutor? Se supone que no podía salir de Noxus debido a la cantidad de condenados a muerte que había por día. Qué lo había traído hasta aquel lugar, la verdad es que no lo sabía... y aunque la noticia la hubiera dejado a cuadros, lo averiguaría. Y así fue, horas después, al anochecer se acercó a todas las posadas de la zona que con tanto ahínco le había dicho Poppy que se abstuviera de ir, y sin embargo, estaba rondando por aquellos lugares, casi cuchitriles que demostraban que si no eras nadie en Demacia, pocas oportunidades tendrías de llegar a serlo. 


Por lo pronto no hubo suerte, y decidió parar en una taberna a descansar, pero algo la detuvo, algo, o mejor dicho... alguien consiguió darle la vuelta y estamparla contra la pared tras cogerla del cuello mientras la miraba a los ojos con un aire egocéntrico.


-¿Has estado preguntando por mí? -Dijo el hombre- No sabes que los rumores por estas zonas corren como la polvora, ¿verdad, virtuosa de las cuerdas? Lástima que esta vez no hayas sido capaz de ir al compás...

- Draven.


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Hola a todos :D La verdad es que vengo en esta nueva entrega para deciros que estoy con algo nuevo entre manos, una prueba / proyecto. Esta se basa en capítulos más cortos, pero más dinámicos y seguidos. Es decir, que por ahora habrá al menos un capítulo por día. Y todos con trabajo detrás, por supuesto. Pues tengo planeado muchas cosas grandes para esta historia, y si todo va bien, va a ser muy fluída y ligera. Gracias por estar a la espera. Pronto tendréis más noticias. 

           -KuroMoon.

Lo que tus cuerdas se llevaron.Where stories live. Discover now