-¿Qué le has puesto? -Mira la taza con sospecha -Sabe diferente-
-Nada bocchan solo lo de siempre- sonríe -¿Necesita alguna otra cosa?
-No, solo quiero que te largues de mi habitación- Le entrega la taza ya vacía.
Sin decir nada, se inclina nuevam...
Los primeros rayos del sol alumbraban el rostro del ojiazul despertandolo de sueño viendo como su acompañante "dormía" de forma tranquila y... ¿con una sonrisa? Si, en definitiva el mayor sonreía y ¡era una real! provocando un leve rubor en las mejillas del menor, sintiendo como tenía que tocar su calmado y fino rostro hasta que...
-Tranquilo no muerdo...demasiado- Sonríe de forma burlona.
-Es impresionante como puedes arruinar un momento en tan poco tiempo- Suspira de forma pesada.
-Bocchan no se enoje- decía acariciando su rostro para ver si se calmaba.
-Te dije que me llamaras Ciel...mientras estemos solos claro.-Mientras se refregaba a la mano del ojirojo como un pequeño gatito en busca de más cariño, sorprendiendo al otro por segunda vez.
-¿Haciendo...?-Sonnrie perversamente.
-Cualquier tipo de cosas...pervertido.
Y ahora que lo pienso ¿Se puede saber que le pusiste a mi taza?-
-Eso es un secreto Ciel, aunque solo diré que te hace ser bastante sincero cuando uno está bajo ese efecto- Guiña el ojo de forma coqueta.
-Mph- Se cruza de brazos -Al menos tu plan salió como querías ¿no demonio perverso?- Sonríe de forma burlesca.
-Conseguí más de lo que quería- Se pone encima del peliazul -Me correspondió mis sentimientos y tuve una gran noche contigo- Dijo para luego darle un dulce beso en sus labios, cosa que no tardó en responder el otro, una vez que se separaron solo sonrieron.
-Esa noche no será la última te lo aseguro- Sonrojado decía el peliazul.
-Ciel...me gustaría estar contigo pero ambos tenemos que hacer nuestros deberes-
Una vez dicho eso el demonio se levantó de la cama mostrando su desnudez sin pudor alguno para buscar su ropa, mientras que el otro sentía como se le subían los colores al rostro pero no perdía de vista cada movimiento que hacía.
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-Y-yo también me levanto- dicho eso se levantó de golpe pero así como lo hizo terminó otra vez en su cama adolorido- Nng...duele mucho...idiota fuiste muy brusco no puedo caminar...-
-Tu tampoco lo fuiste querido- Dijo mostrando su espalda que estaba llena de razguños y uno que otro mordisco cerca de su cuello.
-Pero te recuperas rápido en cambio yo no...- se quejó tapándose con las sabanas nuevamente sin intenciones de levantarse.
-Traeré su desayuno, sus deberes...y otro pijama- sale de la habitación.
Una vez que tenía otro pijama y desayunaba de costado por su "pequeño" dolor en su retagauardia sentía como era observado por el mayordomo con una sonrisa sincera.
-Ya terminé Sebastian ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué esa cara?-
-Lo esperaba para poder bañarlo- Lo carga al estilo princesa- Pero antes...
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-Ciel...Te amo y lo seguiré diciendo por toda la eternidad.-
-Sebastian yo...digo lo mismo- Susurró lo último aferrándose al cuello de su camisa sabiendo que lo había escuchado.
-Ciel ¿Que tal si nos bañamos juntos? Ya sabe para ahorrar el agua.- Dijo mientras empezaba a besar su cuello provocando un cosquilleo en el joven.
-Claro...pero espera, lleguemos ahí primero- Sonrió mientras se dirigían al lugar sabiendo que no solo iban a darse un simple baño.
Honestamente no se porque hice esta parte jejej pero me terminó gustando y espero que les haya gustado también.
