Quiero ver tus ojos cálidos cada mañana, pasar las yemas de mis dedos entre tu suave pelo castaño y decirte "te amo" al oído. Quiero que desnudes mi alma con tus dulces manos de terciopelo, que saques mi lado inocente. Y es que si ya tengo todo eso, ¿qué más puedo pedirte? Y ojo, no quiero sonar caprichosa, es solo que tú para mi eres como el oxígeno, imprescindible para la vida.