Capítulo 4

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Verónica y Caterina cumplieron su promesa.

No me dejaron sola en ningún momento, hasta que llegó la clase de lengua. Fue inevitable. No importaba lo mucho que intentásemos engañar a la profesora, siempre acababa moviéndonos de sitio, y entonces llegó él.

Elliot.

Me miró y se sentó a mi lado, sonriente. Me tensé de pronto, y intenté ignorarle como siempre hacía, pero me resultaba imposible. Podía sentir su mirada, y me incomodaba.

Por favor... Que la clase se acabe pronto.

Intenté concentrarme en la lección, pero el barullo era insufrible. Fui a sacar mi libro de la mochila, al ver que no podía atender ni escuchar a la profesora, pero debido a los nervios que sentía por Elliot observando todos mis movimientos, se me cayó el libro al suelo.

Maldije mi suerte cuando Elliot se agachó a cogerlo.

Mierda, ¡ahora tendré que mirarle a los ojos!

Lo agarró y me lo entregó, mirándome fijamente. Sentí como me sonrojaba, y retiré la mirada antes de que él pudiese verlo. Mascullé un 'gracias' , aunque no estaba segura de sí lo había logrado oír.

A los cinco minutos (¡solo habían pasado cinco minutos, por Dios!) me tocó el hombro. Me giré sin pensar, para toparme con su sonrisa de chico 'guapo'.

"Charlie." Me dijo, y no pude evitar molestarme por el apodo amistoso que se había permitido llamarme. "Antes de que empieces a leer, fírmame esto" me entregó un cuaderno de tapa verde acuamarina. Estaba un poco desgastado, pero era muy chulo. Seguramente lo habría tenido por muchos años, y eso me sorprendió. Nunca pensé que él fuese capaz de tener una libreta cerca.

Escanée su contenido, para encontrarme con firmas de gente famosa y de otras que no reconocía.

"¿Para qué quieres que te lo firme?"

"Verás..." Un leve sonrojo se apoderó de sus mejillas, casi imperceptible. "Mi hermana es fan de tus historias, y cuando descubrí que te conocía, ella me rogó por un autógrafo tuyo"

"¿Fan...?" Repetí, asombrada. "¿Es una broma o algo...?" Dije, mirando a todos lados, esperando ver la mirada de burla de sus amigos.

"No, es en serio. Yo tampoco sé de dónde ha sacado ese amor por la lectura. Es muy rara." Al ver que iba en serio, una tímida sonrisa se apoderó de mis labios.

" Te lo firmo con una condición." Al ver que parecía estar atento, proseguí. "Por favor, no se lo cuentes a nadie."

Cliché #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora