Era mi primer día de clases en una nueva escuela. Tenía ese nudo de nervios en el estómago cuando baje del carro de mi mama, vi a una niña con pelo rizado rubio y recordé que ella iba en mi grupo y me mantuve cerca de ella, aunque no le hable. Todos éramos nuevos, pues habíamos entrado a primero de Preparatoria. El primer día había sido muy estresante ya que muchos alumnos preguntaban que salón era el de historia o ciencias. Yo solo me había limitado a seguir al grupo. El salón en el que nos había tocado era con mesas para que dos personas se sentaran, como yo aún no había hablado con nadie aún me senté sola. En poco tiempo el maestro ya había llegado y se había presentado, después de eso nos acomodó en parejas. Cuando a mí me tocó el maestro me había dado dos opciones para sentarme con una compañera. Sentí que era como tomar la decisión de mi destino, y de cierto modo lo fue. Tal vez si hubiera elegido a mi compañera de enfrente habría tenido un cambio drástico en mi vida y no sería la persona que soy ahora y la persona que soy ahora es la que me agrada y tal vez el destino, Dios o el universo tubo algo preparado para mí. Y me senté con la compañera de atrás, y fue la mejor decisión que había tomado.
Yo aún me mostraba tímida con mi compañera, el maestro nos pidió que sacáramos una libreta, vi que ella con extrañeza vio mi libreta que estaba con una imagen de una muñeca que en ese entonces me fascinaba, pensé que no le gustaba y me dio igual. Aunque conmigo no paso lo mismo. En su libreta tenía una foto de mi cantante favorita y me emocione. Cuando la clase llego a su final no me separe de ella y ya afuera del salón le pregunte:
- ¿Te gusta Katy Perry?
A lo que ella contesto:
-Amo a Katy Perry.
Y me presente.
-Soy Amy.
-Soy Claire.
Mi mejor amiga.
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Siempre y para siempre
Short StoryLa ausencia de sus amigas lleva a Amy a recordar todo lo que vivieron juntas en cinco hermosos recuerdos.