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La noche se hacía cada vez más fría, y la lluvia no mejoraba la situación, me abrace con ambas manos para darme algo de calor mientras caminaba de regreso para mi casa, todo había cambiado desde que mi papá nos abandono a mi y a mi mamá, y nos dejó a nuestra suerte, los meses pasaron lentos desde ese día, la situación no mejoraba en ningún momento, y para empeorar la situación, mi mamá se enferma gravemente y no puede seguir trabajando, mis amigos y mis maestros me preguntan:¿Qué es lo que sucede?, ¿Porqué cambie tanto?, ¿Porqué ya no me junto con casi nadie?, ¿Qué a sido de mi?, cada día esas mismas preguntas rondan en mi cabeza sin poder dejarme en paz por tan solo un momento, ninguna de ella las respondo con sinceridad, solo digo: " son cosas que pasan" y les cambió rápidamente la plática, realmente no quiero que nadie se entere de mi situación, a excepción de mi mejor amiga Katherine, ella sabe toda mi situación y siempre a estado ahí para mí, me aconseja en lo que más puede, ya que no puede hacer más por mi, me ha dicho que dejé mi trabajo, pero no puedo, ¿Qué donde trabajo?, vaya eso es algo que aún no quiero que sepan ustedes, ya que no quiero que comiencen a criticar mi situación, más a delante lo sabrán, pero por ahora no.

Las personas a mi alrededor me quedan viendo, susurros pequeños y bajos resuenan por mis oídos, las mismas preguntas de siempre: ¿Qué hace un chico de mi edad a estas altas horas de la noche?, ¿Porqué voy desarreglado?, ¿Seré un vago?, las ignoro y sigo mi camino, la lluvia comienza a caer cada vez más fuerte, y yo tengo que llegar lo más rápido posible para estar al tanto de mi mamá.

Comienzo a correr lo más rápido que puedo, veo con dificultad el camino ya que mi rostro se empapa de agua, cruzo la calle sin fijarme, por suerte ningún automóvil pasa, las luces de las lámparas comienzan a encenderse una por una, el frío de la noche aumenta, mi cuerpo comienza a perder energía, me detengo por unos segundos para recuperar el aliento, apoyo mis manos sobre mis rodillas, veo alrededor, ya faltan unas pocas cuadras para que llegue finalmente a mi casa, veo como las personas corren a refugiarse a algunos establecimientos o donde haya algo para cubrirse, tomo aire y comienzo mi camino nuevamente, finalmente llegó a mi casa, cansado, tanto físicamente como mentalmente, saco las llaves de mi pantalón, abro despacio para no despertar a mi mamá, entro y cierro despacio la puerta, me quito mi chaqueta y la dejo sobre el perchero que está junto a la puerta- ¿Quién está ahí?- escucho a mi mamá preguntar desde su recámara, alparecer no pude evitar hacer ruido-¡¡ ya vine, traigo tus medicinas, ahora voy!!- le grité desde abajo, me quité mi ropa mojada y la dejé en el cesto de ropa sucia, agarre una toalla y me seque completamente, me puse unos bóxers secos, unos shorts cualquiera y subí inmediatamente con las medicinas en mano, toque la puerta y esperé unos segundos para que mi mamá me permitiera pasar- pasa hijo- la escuche decir y sin más entré a su recámara- hola cariño, ¿Cómo estás?, ¿Qué tal el trabajo?- me preguntó cariñosa, por cierto, mi mamá no sabe dónde esque trabajo y lo seguiré manteniendo en secreto él tiempo que sea necesario- muy bien gracias mamá, algo pesado, pero bueno, eh me aquí- le dije un poco gracioso, ella soltó una leve risa y de igual manera la imite- aquí están tus medicinas- le dije y alce la bolsa para que viera que fuese cierto, vi como una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla, inmediatamente la saqué, me dolía verla llorar, y más aún así en el estado en el que estaba, sentí como con su mano agarraba la mía, podía sentir su calor reconfortante, una pequeña sonrisa tímida se formó en su rostro, yo de igual manera sonreí junto con ella- muchas gracias hijo, gracias por todo lo que as echo por mí- me dijo cariñosa, escuche como su voz se hiba quebrando y haciendo menos audible, yo inmediatamente la abracé, ella aceptó con gusto mi abrazo, algunas lágrimas escaparon de mis hijos, es inevitable el no llorar al pasar por muchas cosas, seguimos abrazados por un par de minutos más, hasta que yo me excuse de que ya era hora de sus medicinas y así era enverdad, bajé inmediatamente por un vaso de agua, llegué a la cocina, busqué un vaso y verti agua en el, con la misma velocidad que baje hacia la cocina, volví a subir, entre nuevamente a la recámara de mi mamá, dejé el vaso con agua en un pequeño buró que había ahí, y ayudé a mi mamá a sentarse en la cama, rápidamente le pasé la pastilla que debía tomarse según la receta médica y le pasé el agua, ella sin rechistar se tragó la pastilla y bebió un sorbo de agua, la ayudé a recostarse nuevamente- muchas gracias hijo, bueno, me dormiré ya, ya es tarde, tú igual deberías dormir ya, mañana es un nuevo día cariño- me dijo con un tono suave en su voz, como si con ella me quisiera decir, que todo mejoraría, yo solamente asentí, me acerqué a ella, deposité un beso en su frente, la acobije- buenas noches mamá, descansa- ella solamente me sonrió dulcemente y salí de su recámara, cerrando suavemente la puerta de ésta, bajé rápidamente a la sala, y me senté en el sofá, atraje mis piernas a la altura de mi pecho y miré hacia afuera de la ventana, siempre cada día que llegaba de trabajar en ese maldito lugar, me ponía a ver la luz de la luna que emitía ésta, el color de la noche tan tranquilo y acogedor, antes lloraba, pero las lágrimas se esfumaron al ser fuerte por mi mamá, ahora solo quedaba siempre un silencio en toda la casa, no uno malo, si no al contrario, se podía sentir calma, aunque no existiese, tarde varios minutos aún en la misma posición junto a la ventana, al fin el sueño surtía efecto en mí, fui directamente hacia la puerta y cerré con llave, me quité mis shorts y me metí en el baño, abrí el grifo de la "regadera", y pronto sentí las gotas frías caer en mi cuerpo e instantáneamente empapar todo mi cuerpo en segundos, lavé cada extremo de mi cuerpo, con la certeza de borrar cada rose, cada tacto que yo sentía, finalmente después de 15 minutos termine de ducharme, agarre una toalla y me seque completamente mi cuerpo, subí directamente hacia mi recámara, entre, cerré con cuidado para no despertar a mi mamá, me quité la toalla, busque unos bóxers y me los puse, un leve escalofrío recorrió mi cuerpo, me froté mis brazos con mis manos para darme algo de calor, busque una camisa en mi ropero, rápidamente elegí una que se veía algo cálida, me la puse inmediatamente y el frío se fue como por arte de magia, salí de mi recámara y deje la puerta abierta, bajé nuevamente a la sala y apagué todas las luces, subí nuevamente con el cuidado de no tropezarme con ninguna cosa o con ningún escalón, entré a mi recámara y cerré nuevamente la puerta, apagué la luz de mi recámara, caminé lentamente hacia mi cama, me me acosté en ella, me tape con las sábanas que tenía ahí y finalmente el sueño se apoderó de mí.

Sweet Rabbit (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora