Un último esfuerzo

Cap 1: Un lunes de invierno.

-¡Velasco!,tienes que ir a la preparatoria,ya levantate.- La voz de mi madre se escuchaba algo molesta.
-Ya voy...- Dije medio despierto,abrí los ojos y los rayos de sol me dieron en la cara,los rayos de sol de ese primer lunes de invierno. Tomé mi celular antes de hacer cualquier otra cosa y escribí un mensaje. Me senté en mi cama y mire como mi madre no me quitaba los ojos de encima,tenía una mirada amenazadora que daba a entender que se estaba haciendo tarde para ir a la preparatoria. Al ver su rostro sólo me levanté y fui a darme un baño.

Al salir,rápidamente me puse ropa interior y la mayor parte de mi uniforme tenía mi pantalón negro y mis zapatos puestos,solo me faltaba la camisa la cual tenía en mi mano. Salí de mi habitación mientras metía mis brazos el las mangas de la camisa,baje las escaleras y empecé a abotonar la misma,y para cuando toque el piso de la primer planta de la casa yo estaba listo para salir a la preparatoria.

-¡Vel! ¡Vel! ¡Vel!- La dulce voz de una niña me llamaba emocionada y sentí como alguien se aferraba a una de mis piernas.
-Hola hermanita.- Dije mientras acariciaba los cabellos marrones de una pequeña de ojos verdes. -¿Qué haces despierta a esta hora?- La mira extrañado.
-Tu hermana se despertó muy temprano y ella fue quien nos despertó a mi y a tu padre.- Explico mi madre.

Mire a mi hermana y con una sonrisa la cargue en mis brazos.

-Pequeña,no puedes despertar a mamá y papá cuando quieras,debes dejar que descansen.-Le dije como un pequeño regaño.
-Pero quería ir al baño.-Se quejó la niña con una tierna voz infantil mientras me miraba con sus adorables ojos verdes.
-Bueno,si es por eso esta bien. Los puedes despertar.- Bese la mejilla de la niña y la volví a dejar en el suelo.
-Velasco,no quiero que vayas a llegar tarde hoy. Ya casi sales de vacaciones, tienes que aprovechar.- Dijo mi madre alzando cada vez mas la voz mientras yo me alejaba para tomar mi mochila y salir de la casa.
-Tal vez ni llegue a la escuela madre.- Dije de broma mientras abría la puerta de la casa.
-¡Velasco,iras a la escuela!
-¡Adiós mamá,te amo!

La discusión había terminado y salí caminando de mi hogar con un paso apurado. Me detuve delante de una casa y me acerque a la puerta,toque y solo fue cuestión de segundos para que una mujer de cabellos negros y blancos por las canas abriera dicha puerta.

-¡Vel,hijo! Mucho tiempo sin vernos.- La mujer se escuchaba contenta mientras me daba un suave abrazo.
-Si bueno,desde que Ada decidió que ahora ella me buscaría,me es mas difícil buscar una excusa para venir.- Le respondí mientras correspondía al abrazo y luego me separe.
-Sabes que eres bienvenido todos los días y todo el día en esta casa.- Dijo con una sonrisa.
-Muchas gracias señora.- Su comentario me hizo sonreír de oreja a oreja.
-Bueno,supongo que tu estas aquí por Ada. Pasa le diré que la estas esperando,tal vez así se mueva mas rápido.- Bromeo la mujer mientras se movía a las escaleras y empezaba a subir.

ADA

Una alarma perturbaba mi sueño,abrí los ojos uno a uno y mire hacia mi izquierda. El reloj marcaba las 5:45 A.M, me queje y me senté en la cama para después tallar mis ojos un poco.