Ensoñación Excesiva/Maladaptive Daydreaming

Un poquito de cómo se siente

A veces sucede que nos perdemos. Aunque en ningún momento queremos ser encontrados.

Nos vemos en una situación tediosa, rodeados de cosas que no entendemos, así que nos cruzamos de brazos, relajamos los hombros y empezamos a soñar despiertos.

Pero ahí somos afortunados: ahí lo controlamos. Llevamos la historia, no la historia a nosotros. Y es fácil volver a poner el enfoque en lo que sea que este enfrente de nosotros.

Pero otras veces, cuando estas esforzándote más que nunca para prestar atención, para no alejarte, para quedarte y entender, es como si de la nada salieran todos esos pensamientos intrusivos: y con ellos, la necesidad de hacer algo, porque no pueden quedarse volando por ahí, porque se van a caer, y eso sí es algo que no podemos permitir.

Y la situación tediosa termina, y seguís sin entender mucho, aunque lo intentaste. En ese momento, es todo lo que importa. Hiciste un esfuerzo. Estás progresando. Pero no estás vos solo en esa situación; hay otra gente que prestó atención todo el tiempo, o quizás no, pero siempre a voluntad. Te pones a pensar: ya hice lo que pude, ahora puedo soñar: pero ellos se ríen, cuentan historias, disfrutan de su tiempo libre, y no hay nada que quieras más que estar ahí. Pero también quieres estar sola.

Entonces, si nos gusta estar a solas, ¿por qué nos sentimos tan solos?

Pasa que a todo lo que ves, todo lo que sucede, tenés que adaptarlo a lo que está en tu cabeza; que empiece a formar parte de ese mundo, de esos personajes, y tiene que ser ahora mismo, porque por alguna razón después no se puede.

Otras veces, estás en tu cama, o sentada, o simplemente tranquila, y empiezas a soñar despierto. Hasta ahí lindo: excepto por los mil y un trabajos que tenés que hacer. Te angustias, porque sabes que si no empiezas ahora no vas a llegar, pero no te podés levantar, no reaccionas, y se te cae todo. Querés llorar, pero, ¿por qué? Si todo lo que tenés que hacer es levantarte. Dale, levántate. Es fácil.

Estas oyendo, pero no escuchando. Estás mirando, pero no viendo. Querés, pero no podés. Podés, pero no querés.