Te quiero a ti || ~Runaro~

Capitulo 3

[Tomas]

- Los chicos acaban de llegar, creo que te buscaban.

- ¿Ah sí? Pues vayamos a saludarlos.

Ambos rodeamos la pista de baile, aún no queríamos participar, debíamos acostumbrarnos al ambiente, o al menos yo tenía que hacerlo. No era típico de mí ir a fiestas, pero Genaro me convenció. Creo que es imposible negarle cualquier afirmación a ese chico.

Había mucha gente, así que nos costó encontrar a nuestros amigos.

- ¿Te parece si vamos a otro lugar? Hay demasiado ruido.

- De acuerdo.

Salimos al patio, estaba más tranquilo aunque sí había personas.

Tuvimos una divertida charla, hablamos de cosas triviales, pero siempre te diviertes cuando hablas con Genaro. Es una persona tan interesante, nunca de aburres al estar con él, me siento tan bien a su lado, desearía que nunca termine este momento. Pero como cualquier situación perfecta, en algún momento se arruina, y los encargados de esa tarea fueron mis amigos, por supuesto.

- Hey, por fin los encontramos.- dijo Pascual mientras se acercaba saltando. Tenía mucha energía.

- ¿Dónde se habían metido ustedes dos?- preguntó Nicolás mientras nos saludaba con las manos.

- Ustedes dos desaparecieron, cuando fuimos a buscarlos ya no estaban.- respondí en mi defensa.

- Es que debíamos inspeccionar el lugar.

- Y ver las personas que vinieron esta noche jeje.- cada vez que Nicolás hace ese gesto, nada bueno se acerca.

- Pues yo intenté hablar con una chica, pero Tomas lo arruinó.- comentó Genaro, acusándome, pero divertido a la vez.

- Fue un accidente, lo juro.

- Descuida Gena, lo mantendremos ocupado, tenemos alguien en la mira para él.

- No hace falta – respondí acelerado- sólo me quedaré un rato, no tengo tiempo para hablar con nadie.

Sólo quería pasar tiempo con Genaro. ¿Es mucho pedir?

- Vamos, no puedes venir a una fiesta e irte con las manos vacías. Además, hace tiempo que no vienes a una.

- Se los agradezco, pero en verdad es mala idea.

- Vamos, chicos, si no quiere está bien, déjenlo en paz, seguro tendrá más oportunidades. Tomas es alguien encantador.

En ese momento mi corazón salió volando de mi pecho y regresó, no esperaba ese comentario, pero fue suficiente para que los demás dejaran de molestar.

[...]

Genaro se notaba raro. Estaba como apagado, el brillo que irradia siempre se había apagado, así que le pregunté si se sentía bien, pero lo único que hizo fue asentir con una sonrisa forzada.

Nos sentamos en el patio de la casa, no había muchas personas, de todos modos estábamos alejados.

Al principio el ambiente era algo incómodo y tenso, ambos estábamos callados sin saber que decir, pero poco a poco comenzamos a disfrutar la compañía del contrario, a pesar de no intercambiar palabras, disfrutamos ese momento, como si no estuviéramos transmitiendo pensamientos a través del silencio.

Luego, una mirada de parte de él. Sus ojos brillaban, la luz daba justo en la mitad de si cara y lo hacía ver demasiado bien. Creí que me diría algo, ya que comenzó a balbucear algunas palabras, pero hasta que noté la presencia de alguien más cerca nuestro fue cuando me di cuenta de que esa reacción no era por mí.

Era por Emma.

- Oh, ¿estaban hablando de algo? ¿Los interrumpo?- preguntó la chica.

- No, para nada. Ni siquiera estábamos hablando.

- Está bien. Como verás ya me cambié, y pensaba que... podríamos bailar... si quieres, claramente.

- Por supuesto, vamos.

Y sin más los dos se alejaron, sin dirigirme una palabra, como si yo no estuviera. No sé exactamente lo que sentí. Fue una mezcla de enojo con esa chica por alejar a mi amigo otra vez, y con Genaro por ni siquiera hablarme antes de irse; me sentía frustrado por no detenerlos creo; y hasta un poco triste... No le di importancia y me quedé contemplando el cielo. Estaba estrellado, y me recordaba a los ojos de Genaro.

[...]

Mis otros amigos aparecieron luego de un rato para invitarme a la pista. Sabía que se volverían muy pesados si me negaba, así que acepté sin resistencia, a pesar de que ya tenía ganas de irme.

Esta oscuro y lleno de gente, la música a todo lo que daba y más, demasiado calor. Y allí en el medio de toda la multitud, Emma y Genaro bailando. Se los veía divertidos, nunca había visto una sonrisa tan grande como la de mi amigo en ese momento. Me molestaba que no fuese por mí.

Noté que la chica se acercaba a él, demasiado para mí gusto, y poco a poco sus labios comenzaron a estar más cerca de los de su acompañante.

No resistí más. Mi cuerpo actuó sólo, se movió en un instante, y no pude contenerme. Me acerqué lo más rápido que pude, empujando a todas las personas que estaban delante de mí. Pisé varios cables, lo que ocasionó que los parlantes cayeran y la música se apagara. Cuando estuve a dos pasos de mis objetivos, me interpuse inmediatamente. Le lancé una mirada probablemente asesina a la chica, tomé del brazo a Genaro y sin más lo arrastré hacia la salida.

Su rostro reflejaba pura confusión. No dejaba de mirarme con los ojos como platos esperando que doga algo, pero no tenía ninguna respuesta ni excusa para decir.

- ¿Qué fue todo eso?- preguntó por fin, totalmente desconcertado.

- No lo sé... tenía ganas de irme...

- ¿Es enserio? ¿Todo este lío porque querías irte?

- Si...

Río muy sarcásticamente.

- Acabas de arruinar todo, ¿sabes?

Lo miré con extrañeza, aún no comprendía la situación.

- Acabas de arruinar todo. La fiesta, todos los objetos de la casa, probablemente el humor de todos y la gran oportunidad que tuve con Emma, lo arruinaste por completo.

- Pero, ella... no creo que sea buena para ti...

- ¿Acaso me estás diciendo lo que es bueno o no? Siempre haces lo mismo, tan pendiente de mí, casi ni me dejas vivir, cálmate un poco.

- Quiero ayudarte.

- En realidad no te entiendo Tomás, ¿por qué eres así?

- Yo sólo... intentaba... no lo sé, estaba protegiéndote.

- ¿Qué? ¿Por qué crees que necesito que alguien como tú me proteja?

- Y-yo sólo...

- Olvídalo, eres un idiota. Dejemos todo hasta aquí, intenta alejarte de mí, por favor.

Y en ese momento, todo se derrumbó.

Genaro no quería hablarme, mis amigos se enfadaron conmigo, le arruiné la fiesta a Belén, probablemente todos me estaban odiando en ese momento. ¿Algo más podría salir mal?