Al día siguiente.
5:00 am.
*RINGGGGGGG*
-No puede ser que ya sean las 5.
Me levanté y me caí. Un clásico. Fui a la cocina y vi a mamá cocinando.
-Anda a cepillarte o no comes.
-¿Aquí o afuera?
-Afuera, hoy está tu papá.
Les explico, mi casa es la única casa que tiene el lavabo afuera en el patio y no en el baño. Es decir, te quieres lavar la cara pues afuera. Te quieres cepillar pues afuera. Todo es afuera.
Luego de cepillarme, me vestí, me peiné, arreglé mi bolso y al final desayuné.
Tomé las llaves, le pedí el pasaje a mamá y me fui.
Todas las mañanas suelo encontrarme a alguien de ésta chusma. Pero hoy, hoy me encontré algo peor.
Era muy temprano y cuando voy por el camino de las lámparas veo a un tipo con un suéter rojo que iba dirección contraria a mi. Pero cuando llega al muro, da la vuelta. Sentí la sangre bombear a mil por hora. Y tenía dos opciones o me violaba por el camino seguro o corria el riesgo de ser atropellada en la vía. Decidí la segunda. Cuando volteó lo tengo super cerca con una navaja en la mano y aceleré el paso. Al pasar al lado de la vía, se hizo el loco y se fue.
Pero eso no fue lo que me traumó. Fue su cara, su boca. Era horrible, tenía la boca desfigurada y una raja en la cara.
Fue como ver un monstruo.Subí al autobús y lloriquée un poco. Cuando paso por la casona veo a Garabato y me bajé. Le conté y me dijo que debo llamar a mi mamá.
Al llegar al liceo corrí hacía donde Arantxa y le pedí una llamada.
-¡Mamá fue horrible!
-¿quieres que te busque?
-No lo sé.
-Quédate ahí. Yo llamo a tu papá.
-Bendición cuidate.
-Dios te bendiga.
Pasé toda la mañana traumatizada.
No se como olvidar su cara, tenía los labios raros, como desfigurados.Llegué a casa y vi lo que menos quería. Mi papá.
-Hija ¿cómo estás? ¿recuerdas su rostro?
-Sí. Tenía los labios desfigurados, como pegados a la nariz. Era alto y tenía barba levemente rasurada.
-Ese maldito es el marido de la Yamiya.
-¿cómo sabes?
-Por los labios. El es chingo.
-Oh por dios que asco. ¿y si me hace algo?
-No lo hará. Eres mi hija y ya debe saberlo.
A veces siento que estoy perdida, no se que será de mi vida. ¿alguien puede asegurarme una vida tranquila? Ni mi mamá puede hacerlo.
¿Qué hago?
No sé, pero de vez en cuando pienso en uir, vivir bajo un puente. O en las fronteras, hasta en ríos.
Quizás me agarren los traficantes de menores y me vendan. La desesperación hace que piense que todo es mejor que seguir bajo ésta vida de angustias.
Voy hablar con Aarón. Le diré para salir a caminar, el despeja mi mente siempre.
Conversación de Messenger:
ESTÁS LEYENDO
El puente
Mistério / SuspenseSandra. Parece una rubia más, pero ella no es común como las demás. Ella es diferente. Ella no vive. Ella sobrevive. ¿Sáben por qué? Porque vive en Venezuela. Todo va bien hasta que una traición se convierte en el golpe final para ella.