La puerta que dejé cerrada

166 18 59
                                    

Me desperté sin recordar bien lo que había pasado la noche anterior. Recordaba haber mentido a todas las chicas que se habían acercado a David, para conseguir que se alejaran de él. Recordaba también como me pilló y me miró con una cara llena de decepción, y como luego se fue a su habitación con la última chica a la que se había ligado

Me di la vuelta encontrándome con una espalda. Mierda. ¿De quién narices era esa espalda? Levanté las sábanas veloz comprobando que estaba completamente vestida. Bragas incluidas. Me tumbé mirando al techo de mi cuarto mientras suspiraba aliviada

Aun así, el chico que estaba a mi lado estaba completamente desnudo. Y cuando digo completamente, es completamente. Podía ver que era bastante musculoso y estaba muy bueno; además era moreno y alto. Muy de mi gusto

Me levanté de la cama y cogí unos pitillos y una camiseta básica, así como unas zapatillas para vestirme en el baño mientras decidía qué narices iba a hacer con el desconocido que había en mi cama. Cuando fui hasta el armario, que estaba por el lado de la cama por el que él había dormido, pude ver como su cara me resultaba ligeramente familiar, pero no lograba deducir de qué

Entré en el baño pasando el fechillo y luego me metí directamente en la ducha. Me enjuagué bien el pelo, pero no sin pasar más tiempo del estrictamente necesario. Tenía que darme prisa y bajar a la cocina antes que los demás, a ver si Martin sabía o había visto algo de lo que había ocurrido anoche, y que me pudiera dar alguna pista sobre qué narices hacía ese tío en mi cama

Salí de la ducha y me cepillé el pelo, tras lo que me vestí y salí del baño. Maldije varias veces, tanto en voz alta como en baja, por ver que ya el desconocido no estaba en la habitación; ni tampoco la ropa. Me consolé un poco a mí misma diciéndome que quizás simplemente se había largado, como si nada nunca hubiera pasado. Quizás era eso, quizás nada nunca hubiera pasado, pero en ese caso, ¿Por qué narices estaba en mi cama? Y para colmo, desnudo

Salí de la habitación mientras la puerta de la habitación de al lado se abría, ante lo que maldije, nuevamente, al recordar que esa era la habitación de David. Decidí no mirar, pues si veía salir de esta a la chica de anoche aquello me dolería demasiado. Y no tenía ganas de sufrir

Cuando ya iba dirección a las escaleras, pude escuchar como la voz de David gritaba mi nombre y me decía que me parara. Yo me giré lentamente mientras le veía vestido con una básica de color negro y unos pantalones vaqueros normales y corrientes. Eso significaba que se había cambiado de ropa

- ¿Qué pasa? – dije intentando no sonar ni molesta, ni nerviosa

- Quería hablar contigo – dijo mirando hacia otro lado un poco nervioso - ¿Puedes ahora?

- En realidad tengo un poco de prisa ... - comencé a decir, mientras miraba nerviosa a mi alrededor por si de repente aparecía el chico desconocido de la nada

En realidad, no entendía por qué estaba tan nerviosa respecto a que el chico apareciera o no, pues yo era libre de hacer lo que me diera la gana con quien me diera la gana; no tenía una relación con nadie

- Será rápido lo prometo – dijo sonriendo, ante lo que le sonreí de vuelta – Verás, me puse a pensar en lo que hiciste anoche y supongo que sé por qué lo hiciste, y me gustaría decirte que tú a mí también me gustas – dijo mordiendo su labio, claramente nervioso

Le miré ligeramente extrañada al principio. ¿Acaso había escuchado bien? Sí, había escuchado bien. Noté como una sonrisa aparecía en mi rostro, lo que hizo que él también comenzara a sonreír. Sin embargo, entonces me acordé de una cosa

Another Natural ConnectionWhere stories live. Discover now