Dramione

Un misterio, una curiosidad

Hermione, estaba sentada en la sala común de Gryffindor, haciendo sus deberes de la clase de historia de la magia, los cuales Harry y Ron se negaban a hacer poniendo como excusa el quiddich, hasta que notó dolorosamente que al haber aceptado una invitación de ir a vigilar la sala de los menesteres, Harry le había quitado el tiempo que ella había agendado para hacer un trabajo sobre traducción de runas.
Estaba concentrada intentando traducir un renglón, cuando, un fugaz pensamiento la hizo distraerse, recordó lo que Harry le había dicho acerca de Malfoy, y empezó a dejar de lado sus deberes para pensar como convencer a Harry de que Malfoy no era un mortífago, No podia serlo!
Mientras pensaba en esto, pensó en la remota posibilidad de que Malfoy supiera cuando Harry les decía que fueran a vigilar a la sala de los menesteres, o alguien les avisara. Así que decidió ir a echar un vistazo para comprobar que Harry estaba haciendo teorías muy alocadas sin un justo fundamento.
Cerró el pergamino,  guardó todas sus cosas y empezó a caminar decidida de aclarar su duda.
Intentaba tomar caminos que no fueran tan obvios para llegar desapercibida. Entonces, cerca de los baños donde nadie iba, por qué Mirtle la llorona siempre estaba, escuchó llantos, por un momento la idea de que Fuera Mirtle la que estaba adentro le resultó la más lógica, pero se paró a escuchar el llanto hasta que se dio cuenta de que no era de Mirtle, era de un hombre, así que sigilosamente entro, procurando no hacer ningún ruido.
Lo que vio adentro, hizo que tuviera un sentimiento muy extraño por la persona que menos imaginaba.