Dramione

Que me pasa? Ella solo es una Grifindor

Draco estaba en entrenamiento de quidditch, un sábado en la mañana después de lo sucedido con Hermione. Estaba pésimo en este entrenamiento, por lo cual, sin más, se bajó de la escoba y dijo que se sentía mal para continuar.
Fue caminando en dirección de el castillo, ignorando los gritos de enojo de su capitán, hasta que pensó que sería mejor sentarse en los jardines, en vez de la fría mazmorra donde se encontraba su sala común.
Así que se dirigió a un lugar un poco apartado para que nadie lo molestara.
Ahí ya, solo, pudo reflexionar en lo que unos días antes le había pasado, cerró los ojos para despejar su mente, pero lo único que logró fue ver a Hermione ahí, se veía hermosa, su cabellera castaña, sus oscuros ojos donde la última vez se había perdido irremediablemente , y su olor de vainilla, ese inconfundible olor que hacía que te sintieras en un sueño, te recordaba momentos fascinantes  y...
Que? Que estoy pensando?- Draco al escuchar unos cercanos pasos, había despertado de su ilusión y había recordado lo que sentía realmente por Granger, o lo que "tenía que sentir".
Se volteó rápidamente para ver quién se acercaba, hasta que vio que unos pasos más, a su derecha, La castaña iva caminando hacia un árbol, sin darse cuenta de la presencia de Draco.
Hermione siguió caminando sin percatarse de que el joven rubio la observaba en silencio.
Se sentó y sacudió su hermosa cabellera, sintió el viento en su cara y se sintió mejor.
Hermione había estado pensando en Draco y había intentado convencerse de que lo que había pasado, había sido un total accidente, y que ninguno de los dos había sentido algo.
Pero en su interior Hermione sabía lo que sentía.
Draco se quedo hipnotizado no sabía qué hacer Hermione ni siquiera se imaginaba que el la observa tan de cerca.
Entonces sin otra opción, decidió quedarse ahí, observándola, contemplando a la Primera persona que había conseguido hacer que el tubiera un sentimiento así por alguien.