Dramione

El Final (Parte 1)

Pasaron unos minutos, luego fueron horas, luego días. Ninguno había contado nada de lo sucedido. Hermione y Draco dejaron de hablar con excepción de lo indispensable. Ambos sabían lo patética que había sido la excusa de Draco al intentar arrepentirse del beso. Ambos sabían lo que sentían, pero ninguno quería admitirlo, y mucho más importante, aunque realmente estuvieran enamorados, ninguno tenía la menor idea de qué hacer con esos sentimientos. Draco intentó negarlos y se aferró a la idea de que estar tanto tiempo con aquella chica, lo ponía tan enfermo, que empezaba a delirar. Hermione, por su parte, intentaba razonar su sentir, repetía como era Draco una y otra vez- Egoísta, egocéntrico, abusívo, traicionero, interesante... cálido...
!¿Qué?! ¡No!
Al llegar a este punto intentaba concentrarce en algo más, en Harry, en Ron, en deberes...
Pero en la intimidad de sus pensamientos, rodeados por la oscuridad de la noche, cuando estaban demaciado cansados para poder controlar su cabeza, atesoraban esos sentimientos, los repetían, los anhelaban. Hasta que a la mañana siguiente se martirizaban de nuevo y trataban de olvidar aquel maravilloso sueño. Llegó el día en que el castigo finalizaba. Dombuldore, deshizo el encantamiento y ambas casas festejaron el regreso total de su miembro. Hermione sintió un nudo en la graganta al ir a dormir esa noche, nunca más podría estar a solas con Draco, nunca más podría intentar ser amigable con él, no había una excusa que pudiera usar, ni siquiera había una razón lógica para que lo quisiera. Pero el sueño no discrima al afligido, y como cualquier otro enamorado sumergió a la castaña en invensiones magníficas las cuáles terminaban con agrios presagios.
A la mañana siguiente Hemione con un fuerte dolor de cabeza, abrió su ventana para poder respirar aire fresco, ya era tarde, sus compañeras de cuarto habían bajado a desayunar, pero a ella no le preocupaban las clases, no ahora. Al abrir la ventana una lechuza entró volando, Hermione se sorprendió pues el correo solo se recibía en el comedor, acarició a la lechuza y agarró la carta que traía.
Era de... Draco?!