𝐑𝐮𝐧𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐮𝐩 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐡𝐢𝐥𝐥 || Cᴀʀʟ Gʀɪᴍᴇs ||

[001] | el comienzo

[001]
"𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙯𝙤"

31 OCTUBRE DE 2010, WASHINGTON DC.

UNA PEQUEÑA PELIRROJA SE ENCONTRABA RUMBO A SU CASA ARRIBA DE SU PATINETA, ella venía pensando en la tarea que le dejaron hoy en el colegio, debatiendo si hacerla o no, al doblar la esquina, se sintió diferente, tal vez era el ambiente, tal vez solo estaba cansada, solo sabía que algo definitivamente no estaba bien. Al entrar a su privada notó que las calles antes transitadas, se encontraban solitarias, se detuvo frente a su casa y suspiró pesadamente, de repente sintió cómo si estuviera bajo cero grados, la puerta se encontraba abierta y un rastro de sangre fue lo que le llamó la atención, con pasos lentos entró dejando de lado su patineta, metió el pestillo y subió las escaleras al notar que nadie se encontraba en la planta baja.

Llegó al cuarto principal en busca de sus padres, nada, no había nadie, su respiración se volvió más errática, algo definitivamente malo había pasado, la desesperación empezó a tomar parte de su mente.

Jonathan.

Dónde estaba su hermano, con eso en mente, se dirigió a su destino. Paró en seco al escuchar un ruido sordo, sintió su respiración cortarse al percatarse de dónde venía el ruido, con manos temblorosas abre la puerta y se encuentra con una escena que la obliga a soltar un grito, gruesas lágrimas caen por sus mejillas y los sollozos que suelta ya no se pueden controlar, tenía que salir de allí, ya no había nada, nadie, por lo cual quedarse, retrocedió asustada y se dirigió a las escaleras, las bajó corriendo sintiendo los pasos detrás de ella.

Llegó al patio y ahogo un grito asustada, sentía que su corazón se saldría de su pecho, el patio se encontraba infestado de esas cosas, sin pensarlo dos veces se encerró en el garaje, los gruñidos se hicieron presentes y los golpes no tardaron en sonar, querían derrumbar la puerta, retrocedió hasta sentir la pared en su espalda y se dejó caer, esto era una pesadilla, su padre era uno de los monstruos, qué estaba pasando, dónde estaba su mamá, abrazó sus piernas asustada y cerró los ojos, las lagrimas se perdieron en su cuello, su familia ya no estaba, todo estaba pasando muy rápido, ya no más picnics junto al lago, ya no más cenas familiares, tal vez era mejor si ella se iba también, iba a volver a verlos,

Tal vez...

Tal vez...

La puerta se abrió de golpe, y aceptó su final, tal vez era lo mejor, apretó los ojos esperando lo peor, los abrió al sentir un apretón en su hombro, y se encontró con un par de ojos marrones mirándola.

—Tranquila, ya estas a salvo—le dijo aquel chico con una sonrisa mientras la ayudaba a levantarse.—Me llamo Bryant, Bryant Miller— se presentó sonriéndole de lado.