Tal vez

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La luz del día se hacía presente en la habitación, Seungcheol se removió en la cama pero un peso y una piquiña en su nariz hicieron que despertara de su sueño, tenía a su vecino entre sus brazos completamente desnudo, el pequeño le daba la espalda y no dejaba de suspirar.

Fue ahí cuando se dio cuenta que el único que descansaba de una manera placida había sido él y se golpeó mentalmente por las locuras que había cometido.

Aunque no podía arrepentirse.

Sabía que el menor estaba despierto pero no sabía de qué manera comenzar con su conversación, ¿un "buenos días" estaría bien?

-Ya era hora de que fueras despertando- susurro el menor en un tono tranquilo con la mirada pérdida en dirección a la ventana, su voz tomo por desapercibido a Seungcheol y este solo hizo un sonido afirmativo.

Después de un silencio incomodo vino otro suspiro por parte del más joven – él ... solía llegar a casa a las seis en punto – Seungcheol frunció su ceño levemente sin saber exactamente a que iba eso –todos los días llegaba con una gran sonrisa y con sus ojos tan felices que apenas si podía ver algo, juraba venir a pasar tiempo conmigo pero gastaba la mayoría con mi familia, siempre ayudando a mama en la cocina, si no estaba con ella lo encontrabas en el garaje de papa con algunas labores manuales, o ayudando a mis hermanos con sus deberes... muchas veces me obligo a hacer lo mismo por más que me negara.

Un nuevo silencio incomodo se instaló en la habitación y la conversación quedo suspendida por unos minutos, Seungcheol lo apretó entre sus brazos y comenzó a entender a qué iba toda esa charla.

-Un día lo espere... lo espere por más de dos horas, lo espere hasta la hora en la que normalmente se iba, hasta las nueve de la noche pero no pasó nada, al otro día me llamaron en la madrugada... s- SoonYoung no regresaría para visitarme.

*

Seungcheol se encontraba sentado en un taburete en la cocina, observaba la espalda del menor mientras este preparaba un rápido desayuno, sus ojos seguían perdidos repasando la confesión del castaño una y otra vez en su cabeza, no quería ser imprudente, pero ahora que sabía de su pasado no dejaba de hacerse miles de preguntas.

-Aun sigues esperándolo –había tratado de romper la tensión entre los dos lo que no sabía es que causaría que el menor sintiera más tristeza en esos momentos.

-No puedo evitarlo... pensé que al cambiar de ciudad, de residencia lo lograría, pero no ha cambiado mi impaciencia –el menor soltó una pequeña risa que desconcertó a Seungcheol un poco- lo más patético es que ya ha pasado un año completo... un año completo y no he podido superar su muerte... Solo quería que supieras la razón de porque mi llanto anoche, después de todo viniste a consolarme, supongo que merecías saberlo.

Seungcheol pensó que esto cambiaba un poco las cosas, después de todo en él lo había hecho, el más bajito se sentó a su lado y desayuno en calma, fue ahí cuando entendió por qué las horas gastadas del menor divisando el panorama, solo estaba esperando por el regreso de alguien más.

Y algo dentro de su pecho se removió un poco.

-¿no me sacaras corriendo hoy de tu departamento? ¿Y tú trabajo? - nuevo intento para desviar el tema y no hacer que el ambiente estuviera tan deprimente.

-Seungcheol hoy es domingo, tú mejor que nadie sabes que hoy descanso - ¡Bingo! El pequeño se estaba burlando con una risa juguetona pero el mayor a la vez sintió que sus mejillas comenzaban a arder, diablos, lo sabía... sabía que pasaba su tiempo observando al pequeño aunque no debía ser un experto para descubrirlo siendo tan obvio.

¡Hey! Mr Neighbor  ❣ JiCheol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora