Prólogo

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Jueves, 1 de febrero.

Narra Noa:

Estaba con Lanae tomando un café, el día de hoy conseguimos salir temprano, ¿razón?, Lanae fingió estar en su periodo menstrual y yo como la "buena amiga" que soy la acompañé y así de fácil nos encontrábamos saltando las dos últimas horas de clases.

—Creo que deberíamos hacer esto más seguido —Esbocé una sonrisa—es mucho mejor que recibir las aburridas clases de Albert.

—Claro, será tan estúpido para creer que la menstruación te llega semanalmente —Dijo seguido de una carcajada —aunque tal vez caiga.

—Ni me lo digas, ese profesor no tiene la mitad de neuronas —Rodee los ojos y reí con ella —bueno ya basta de criticar, somos unas desgraciadas, pero tampoco es para tanto.

—Me da igual, ojalá me escuche —Dice para luego llevar su taza de café a sus labios —el café de acá es muy bueno, de hecho el local también.

—Lo sé, me sorprende que abran algo decente por estos lados. —Dije haciendo una alabanza con mis manos  hacia arriba —¿quieres ir de compras luego de terminar?

—Por mi podríamos irnos ya, yo he terminado. —Dijo para luego sacar su celular y textear algún mensaje —¡¡A que no adivinas quien me invitó a una cita esta noche!!

—¿O por Dios quién? —pregunté con una mirada pícara y esperando una respuesta de ella.

—¡Ethan Hernández!—Luego de pronunciar su nombre hizo un chillido que creo que pudo dejar sordo a medio local. —¡el chico más guapo de toda la escuela!

—¿Oh, el chico Mexicano?

—Creo que era Dominicano.. —dijo algo dudosa —algo así.. la verdad no importa, pero por Dios míralo nada más..

—Yo sólo veo a un tipo cualquiera, ósea es guapo, claro está, pero no es para tanto. —Dije para terminar mi café —terminé mi café, podemos irnos.

—¿Sabes? A veces creo que te gustan las chicas — me miró y dejo el dinero encima de la mesa —vamos.

—Tal vez. —le guiñé un ojo y me reí con ella.

En el mismo instante que pensábamos dejar el local entró una chica, no una cualquiera, ella era tan... hermosa. Poseía una preciosa cabellera pelirroja con algunos toques castaños, su cabello era largo y ondulado.. y su cara, oh, su cara era la mejor parte sin duda.

Luego de que ese momento terminase, lo cual para mi resultaron unas gloriosas horas, salí del local con Lanae rumbo a una tienda de ropa cercana a donde anteriormente estábamos —suspiré —espero ver a esa hermosa chica de nuevo algún día.

Luego de que ese momento terminase, lo cual para mi resultaron unas gloriosas horas, salí del local con Lanae rumbo a una tienda de ropa cercana a donde anteriormente estábamos —suspiré —espero ver a esa hermosa chica de nuevo algún día

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Locamente enamoradas. « sg »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora