CAPITULO 9✔

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Ganar:
Conseguir lo deseado

Había huido.

Cuando entró en la universidad, sami se había prometido no volver a dar la espalda a las cosas incluso si la molesta vocecita en su cabeza le repetía una y otra vez que no se hiciera ilusiones.

Cuando llegó a la camioneta de dereck, abrió la puerta y se sentó a esperar en el asiento del copiloto, por un momento se imaginó que en la seguía hasta ahí, pantalón mojado y todo, para poder besarla de nuevo.
Y sami sabía que aunque improbable era también lo que deseaba que sucediera, le estaban gustando demasiado los besos de dereck , y según como lo veía, podía tenerlos en las no citas, pero y ¿después?
No podía permitirse que aquello pasara, su trato casi terminaba, de hecho esa noche podría ser la última ocasión en que estuvieran juntos, la "prueba" sobre la dichosa noche de seducción bien podría mandársela por correo.

Gimió cerrando los ojos, abrazándose a sí misma, de pronto la noche se volvía de a poco deprimente.
Respiró hondo y lamió sus labios, volviendo a recordar el beso, no se iba a permitir que nada arruinara la noche que dereck había preparado, ella sabía desde el principio en que se metía, de eso se trataba, la madurez y todo eso, afrontar las decisiones.

-Pareces demasiado concentrada-, dijo él sobresaltándola al abrir la puerta del lado del conductor, ella rodeó los ojos mientras dereck subía, perfectamente vestido con un pants y una camiseta.
Debía suponer que tenía un cambio de ropa si se había atrevido a entrar en el agua.
Salieron rumbo a su edificio en un silencio, no incomodo, más bien expectante, era como si su último beso colgara entre ellos, no era igual que el primero, que había parecido casi como un movimiento mas de baile, algo sin pensar, sin malicia y casi sin deseo, pero esta noche había todo eso, sami sabía que al menos ella todavía quería que hubiera todo eso.
La ultima no cita, se repetía en su cabeza una y otra vez.
Cuando él estacionó la camioneta ella ya había tomado una decisión, sami había interrumpido su último beso y por poco se arruina la noche con todos los pensamientos (y sentimientos) que ahora permanecían en el fondo de su mente.
No iba convertir su situación en un drama romanticón, iba a decidir al menos sus últimos minutos con dereck.
Se quito el cinturón de seguridad y se giró para mirarlo, él hizo lo mismo más lentamente, aunque tenía una ceja levantaba en expectación.
Sami bufó bajito
-¡Esta bien!, fue la mejor de nuestras no citas, verte como perrito mojado fue tan divertido-, le dijo mientras él reía pasándose una mano por su aun cabello húmedo.
-Estuve planeándolo todo y tú me llamas perro mojado-, le replicó mientras sami se acercaba un poco.
-Perrito-, corrigió ella
-Es lo mismo-, murmuró él y sami sintió como su estomago daba un vuelco mientas observaba sus labios.
-¿Te gusta los cachorros, sam?-, siguió dereck
De haber estado poniendo atención quizás hubiera seguido con su juego verbal, podría haberle contestado mil cosas, pero no lo hizo.

De haber estado poniendo atención habría notado que era la primera vez que la llamaba sam pero tampoco lo notó.
Simplemente asintió mientras él enmarcaba su rostro entre las manos y la besaba de nuevo.
Sami respondí su beso haciendo lo que llevaba varios minutos deseado, sintió la humedad de su cabello entre los dedos...

Dereck se dio cuenta que no había imaginado que le gustara tanto el sabor de la boca de sami , ella era deliciosa, esa era la palabra.
Lentamente sus manos bajaron torpemente del rostro a su cintura mientras adoraba la sensación de los dedos femeninos en su cabello, muchas veces había odiado a las chicas que se lo jalaban queriendo parecer seductoras o sexualmente mortales, sami no hacia eso, simplemente está teniendo el más sensual masaje capilar.

Metió sus manos entre las solapas de su ¿saco? y encontró su blusa de material ligero, su cuerpo se amoldaba a la tela, sus manos adoraron conocer el contorno, la suavidad con la que se enterraban en su carne, sus lenguas parecieron encontrar un momento de frenesí a pesar de que se estaba quedando sin aire, ella se retiró primero pero solo lo suficiente para inhalar y decir su nombre.

Sin Medidas(terminada)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora