Flash Alternative Story

Capitulo 8: Conociendo al enemigo.

(Este capitulo lo voy a utilizar para que conozcan a Kevin)

Kevin Wayne era un chico como yo, alguien normal, alguien aburrido en un instituto aburrido lleno de bravucones, arrogantes y creídos.

En el 3er año de secundaria, sentí la conexión con el y supe que íbamos a ser grandes amigos. (eso creí)
No hice muchos amigos ese año, pero conocí a gente que iba a ser y que actualmente es importante en mi vida, entre esos... Kevin.

Cuando pasamos al 4to año, Kevin había cambiado, ahora usualmente vestía un pantalón negro con una camiseta ajustada del mismo color.

El último día de ese verano fuimos a una fiesta Kevin, Johanna (mi novia en ese año) y yo. Tomamos varias rondas de shots de tequila y la pasamos bien.

En la fiesta, Kevin nos hizo entrar en una ronda del juego de la botella y cuando termino de girar, un lado apuntó a Kevin y el otro a Johanna. El se negó a hacerlo porque era mi amigo y nunca me haría algo así; pero si no aceptaba lo tocaría a el dueño de la casa: Mike, el chico más popular de la escuela.

Acepto hacerlo y entro al vestier con Johanna por 7 minutos. En los primeros aguantaron muy bien la tentación pero justo antes de que se acabara el tiempo, se besaron...

Abrí la puerta cuando pasó el tiempo y vi esa escena, me sentí traicionado ya que había visto a quien consideraba mi hermano, mi mejor amigo besándose con mi novia.

¡¿Que?!- grite derrumbándome por dentro.
Barry, no fue mi intención, lo juro- dijo Kevin.
Y pensar que te consideraba mi hermano- respondí antes de irme.

Salí de la casa de Mike y cuando iba por la calle alguien gritó mi nombre.

¡¡¡Barry!!!- gritó Johanna.
¡¿Que?!- pregunte gritando también.
¿Podemos hablar?- respondió ya bajando la voz.
Claro, ¿de que?- respondí algo molesto.
De que te quiero Barry, te quiero mucho y de verdad- dijo.
¿De verdad?- pregunte.
Si, de verdad- respondió.
Está bien, yo también te quiero Johanna, tú ganas- dije soltando un pequeño suspiro.
¿Que va a pasar con Kevin?- preguntó.
No lo sé, tengo rabia pero igual no quiero perderle- respondí.
Habla con el, eso lo solucionará- dijo.
Está bien- respondí.

Al día siguiente llegue a la casa de Kevin, y vi todo destruido. Se había ido de Central City, se había ido de mi vida el solo, no pude hablar con el y me arrepentí de haberlo tratado como lo traté, como un traicionero, como un mal amigo, como un enemigo.

FIN DEL CAPITULO OCHO.