Capítulo 8

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No, no lo llamo. ¿Para qué? Si me dejo, y estamos a kilómetros de distancia, no merece la pena...

Al día siguiente fui a clases, como siempre con Niall. Fuimos a las tres primeras clases, como siempre, y luego tocó la hora del descanso. No pasó nada muy interesante. Solo hablé un poco con Niall, nos reímos un poco y nada más... La verdad es que siempre tenía a Louis en la cabeza...

Ana se dedicaba a incordiarme, como estos días. Cada día más y más, pero siempre hacía oídos sordos. Prefería ignorar sus estupideces.

En eso se basó el primer mes desde que Louis y yo nos separamos. Era incapaz de olvidarlo. De vez en cuando hablaba con mi madre de ello, y me decía que era mejor olvidarlo. La cuestión no era olvidarme, si pudiera lo habría hecho y no sufría. Lo que pasaba, era que no podía. Lo que descubrí era que estando con Niall se me despejaba un poco la mente, y no estaba todo el rato dando vueltas ese asunto. A veces incluso se me olvidaba, pero en cuanto llegaba a casa y estaba sola, Louis volvía a apoderarse de mi mente.

Estaba volviendo de la universidad a casa sola, ya que Niall hoy se ausentó la ultima hora, porque debía ir al dentista. Creo que le pondrán aparato. Él dice que está harto de que le digan que es feo por su diente torcido, pero a mí me encanta. Amo su sonrisa, así tal cual.

-¿Qué tal Irene? ¿Vas mejor con lo de Louis o sigues sin poder olvidarle? He oído que lo habéis dejado... Qué pena -dijo una voz conocida, Ana. Que me había alcanzado el paso. Yo aceleré el mío, pero ella también; volviendo a quedar a mi altura -no te escapes cariño. Si sabes que te quiero.

-Claro que si Ana, me quieres tanto -dije irónicamente.

-Que graciosa la niña -dijo ella enfadándose- ten cuidado con lo que dices enana.

-Que esos tacones te hagan más alta que yo, no significa que sea pequeña corazón.- empecé a contraatacar. Ana ya me estaba tocando mucho las narices.

-No me vaciles.

-Ten cuidado Ana, si te irritas se te marca la vena de la frente. -¿Qué me estoy pasando? No creo. Ella lleva así todo el mes, yo se lo devuelvo de una vez.

-Cállate ya niñata.

-Y sigues irritándote ¡Mira! ¡Parece que esa vena va a estallar!

-¡Te juro que si no te callas...!

-¿Qué harás? -ella hizo el amago de empezar a correr, así que yo hice lo mismo, me persiguió por la calle pero no me alcanzaba -¡ten cuidado con los tacones Ana! ¡Sabes lo que le pasó a la Torre De Pizza!

-¡Ah! -gritó ella histérica. Yo llegué a mi portal y cerré la puerta. Ella me miró por el cristal con cara fulminante. Yo por mi parte, le enseñé mi dedo corazón y le sonreí, falsamente.

Subí a casa, mi madre estaba en el salón.

-Hola -dije al entrar.

-Hola hija, ¿algo interesante que contar? -yo reí para mis adentros.

-No, nada...

Fui a comer, y luego pasé el resto de la tarde estudiando en la habitación.

Continuara...

Infierno // l.t. n.h. // #LPQMELPQSP 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora