EL CONTRATO QUE NOS UNE | [GAY/YAOI]

Capítulo 1 ❤

Bueno..., creo que debería comenzar por el principio ¿no?, después de todo es nuestra historia...

Mi nombre es Sora, tengo 19 años y soy un idol bastante famoso aquí en Japón.

Soy hijo único. Mi padre en realidad nunca existió para mí y lo único que sé de él es que fue un francés bohemio el cual embarazó a una japonesa que dio todo por él y posteriormente la abandonó cuando le dijo que estaba esperando un hijo suyo.
La existencia de mi progenitor es indiferente para mí ya que jamás ha vuelto a tener contacto con nosotros. Nunca me hizo falta su presencia ya que ella consiguió ser para mí ambos papeles, el de padre y el de madre.

Actualmente he alcanzado el punto más alto de popularidad. Mi club de fans es el más numeroso en este país y mis discos se venden por todo el mundo, en Japón y otros países asiáticos alcanzo los números uno en los ránkings musicales con facilidad y en las redes sociales soy la celebridad con más seguidores de la nación nipona. Si aún no sabes de mí a estas alturas no sé en qué clase de cueva vives.

En realidad llevo siendo una estrella desde que era un niño, un cazatalentos de una agencia de pequeños actores me descubrió cuando tenía 4 años mientras estaba en un supermercado con mi madre. A este señor le llamó la atención mi castaño cabello y mis azules pero rasgados ojos, al descubrir tan valioso potencial en mí le dio a mi madre una dirección en la que se organizaba un casting para descubrir pequeños talentos en todo el país. Finalmente después de muchos cástings y negociaciones me convertí en actor a la edad de 5 años. Todos los directores para los que trabajaba se quedaban asombrados con mi soltura en los rodajes, decían que poseía un talento innato para mi corta edad ya que además nunca antes había tenido experiencia alguna con la industria del espectáculo. Definitivamente había nacido con una estrella bajo el brazo.

Desde pequeño interpreté papeles de todo tipo en doramas, películas, anuncios de televisión y videos musicales, pero cuando cumplí los 13 años los de mi agencia decidieron que sería conveniente iniciarme en el mundo del canto, para que en un futuro me convirtiera en idol aparte de ser actor. En aquella época de "entreno" tomé muchas clases de baile y canto, me pasaba la mayoría de horas del día en las salas de práctica, bailando hasta que me dolían los músculos del cuerpo y cantando hasta que me quedaba medio afónico o me dolía la garganta. En esa época me presionaba demasiado pero lo hacía precisamente porque quería mejorar mis habilidades, quería demostrar al mundo que tengo algo más que "una cara bonita" y sobre todo quería... quería dejar de fingir que soy otra persona mediante papeles y personajes, quería por fin ser yo mismo en el escenario.

Mi vida escolar fue un caso bastante especial. Nunca en mis 19 años de vida he pisado un colegio para gente "plebeya", en los dos primeros años de infantil fui enseñado por mi madre en casa ya que no era obligatorio asistir a un colegio y ya desde el último de infantil fui a una institución especial, porque estoy seguro que no se le puede llamar colegio a eso. A esta institución van niños superdotados, actores y los hijos de los empresarios más importantes del país, y es tan exclusiva y privada que menos de un 2% de la población japonesa sabe de su existencia. Aquí cada alumno tiene un tutor individual y aunque a veces compartimos clase es como si estuviéramos separados ya que cada uno estudia según sus aptitudes especiales. Gracias a esta escuela conocí a mi mejor amigo y a mi mejor amiga, son personas a quienes puedo llamar amigos de la infancia ya que siempre han estado a mi lado, en las buenas y en las malas.

Este año es, ojalá, el último que cursaré aquí antes de ir a la universidad de bellas artes, lo tengo decidido. Teóricamente tendría que haber dejado la institución el año pasado pero repetí un año en secundaria porque mi horario entre prácticas de baile, canto y mis roles en algunas series, me hizo ausentarme prácticamente todo el año y por ello tuve que repetir.