u n o

7.3K 594 79
                                    

1/4

La hora del almuerzo había comenzado hace dos minutos según el reloj de Jungkook, pero al parecer, para la profesora de lengua no.

Su compañero de mesa -y también mejor amigo- Taehyung había faltado a esa clase diciéndole a la profesora que no se encontraba bien, que iría a la enfermería hasta que alguno de sus padres viniese a buscarlo. Jungkook sabía que esa no era la razón.

Cinco minutos después, la profesora dio por acabada su maravillosa clase. El sonido de sillas siendo arrastradas, quejas y bostezos se escuchaban por el aula, sin embargo, la profesora, de un golpe a la mesa con un libro, los hizo callar a todos.

—La redacción del final del tema para el jueves, para el viernes el examen.

Algunos de los alumnos se quejaban, otros iban a hablar con la mujer anciana -que se jubilaría cuando acabase este curso- para convencerla de que lo cambiase para la semana que viene, y otros -la minoría-, sabiendo que esa señora no cambiaría de idea, lo apuntaban en sus agendas.

Estaban al final de su último curso, por eso tenían que estudiar más que antes y así sacarse el graduado, pero para Jungkook no era tan fácil. Él aún no sabía que quería estudiar y quedaban menos de dos meses para la graduación.

Suspiró con pesadez y se levantó de su silla para dirigirse a la enfermería. Pasados unos pasillos desde su clase, llegó a su destino, así que pico a la puerta con sus nudillos y recibió un adelante de alguien a quien envidiaba.

—Jungkookie, qué sorpresa. —habló con una sonrisa Youra, la novia de Taehyung.

Taehyung estaba tumbado en una de las camas, con su novia a los pies de esta, mirándole con aires de alguien superior.

—No me llames así. —contestó ganando una mala mirada de su mejor amigo.

—Jungkook, háblale bien.

—Tengo que hablar contigo, sin ella de por medio.

—Yo también tengo que hablar con él, Kookie. —dijo la chica en un tono dulce.

—Has estado una puta hora con él, os podríais haber contado hasta los lunares mientras hay gente que quiere ser algo en la vida.

—Jungkook, no ha...

—¿Que no le hable así?

—Sí. —Jungkook se quedó en silencio, con los labios fruncidos sabiendo que se arrepentiría de las palabra que le diría a su compañero.

—¿Prefieres antes a tu novia que a tu mejor amigo?

Taehyung le miró en silencio con una mueca que el menor no pudo descifrar, pero que la interpretó como un déjame hablar con mi novia.

—No va en serio, ¿verdad? —Jungkook abrió la boca con sorpresa al ver que Taehyung no emitía sonido alguno. — Vale, lo pillo.

Se dio la vuelta y caminó hacia la puerta sintiendo dolor en su pecho. Puso la mano en el picaporte dispuesto a irse de allí, sin embargo no lo hizo. El sonido de pasos a sus espaldas lo hizo detenerse. Por un instante pensó que podía ser Taehyung, pero se equivocó.

—No estés celoso, Jungkookie. —Youra susurró en su oido con una mano apoyada en su hombro para así poder llegar a hablarle.

—Que te den. —dijo para luego abrir la puerta y marcharse.

Caminó con la mirada perdida hacia los baños, sintiendo presión en el pecho casi dejándole sin respiración.

Hubiera dolido menos si no me gustara mi mejor amigo, pensó.

28/05/2018

i am; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora