-Ya no estás sola, no lo vas a estar nunca.- Escuché decir a una voz en medio de la oscuridad, no la reconocía pero aún así me calmaba.
Era cálida.
Era dulce.
Y algo me decía que era todo lo que me quedaba.
-Vive- Me susurró mientras comenzaba a agitarme, me faltaba el aire, el corazón me latía desbocado.Abrí los ojos de repente, me cegó la luz blanca de la habitación.
Escuché el pitido alterado de una máquina.
Supe que estaba en un hospital. Las imágenes de el accidente pasaron a toda velocidad como una película en mi cabeza, la tormenta y el accidente, y mis padres.Mis padres, si yo estaba en el hospital, lógicamente ellos también lo estarían.
Tenía que verlos, puede que siempre tuviéramos problemas, pero son y siempre serán parte de mi crecimiento, yo de su experiencia con la paternidad, no existe una familia "perfecta". Todos estamos rotos, pero nos complementamos. Nos preocupamos por nuestra familia, por más quebrada que esté, el amor siempre nos termina uniendo.Hice el intento de levantarme, solo logré mover la cabeza, estaba conectada a aparatos que controlaban mis signos vitales, la vía de suero, y una mascarilla de oxígeno.
Ya estaba muy familiarizada con todas las máquinas, había estudiado cada una de sus funciones, de igual manera que había estudiado cada libro de medicina y primeros auxilios con el que tuviera la oportunidad de interactuar.También las había visto funcionar, había escuchado como el pitido de las pulsaciones quedaba en un triste sonido regular, sin vida.
Así como se había apagado mi hermanito Zach, un ángel que me dio los mejores 7 años de mi vida, su vida.
Lo vi perderse en una cama, lentamente, como un fuego que nadie alimenta, y lo vi irse con una sonrisa cuando le dije mirando sus ojitos diferentes que iba a volverse la estrella más hermosa del cielo.Dicen que los niños perciben cosas que muchos adultos no, y que también saben lo que pasa aunque pueden interpretar de maneras muy diferentes a lo que creemos.
"No llores Ita, mejor sonríe, y si quieres me cantas esa canción." Me dijo, era nuestra canción, y sabía que me la iba a pedir, mero instinto, por eso llevé mi violín, algo polvoriento y con las cuerdas gastadas de tantos momentos que se llenaron de melodías.
Lo hice, y lo vi dormirse hasta un nuevo amanecer.Pero ahora la cosa era diferente, recordar eso me dio la sonrisa que le prometí mantener.
Estaba anestesiada, pero siempre demostré resistencia a muchas sustancias, lo que hacía que no quedara atontada, solo un poco adormilada.
Volví a intentar incorporarme en la camilla, pero esta vez me detuvo una mano en mi hombro.
La chica me veía con una mirada suave, tierna, pero veía algo más, pena, tristeza.Lo sospeché.
-Intenta no moverte mucho, te diste un fuerte golpe en la cabeza y te quebraste algunos huesos, pero tranquila, todo va a estar bien- Me dijo con una sonrisa mientras tomaba mi ficha.
-Una contusión. ¿Qué tan grave?- La corregí sin vergüenza, me miró con una ceja alzada.Me distraje.
-Por lo que parece no mucho, parece que estás muy consiente.- Me miró sorprendida y yo solo supe sonreírle de costado.
-¿Puedo ver mi ficha clínica?- Le pregunté
-Lo lamento pero no está permitido- Me dijo sin mucho rollo.
-Tampoco está permitido que le oculten el diagnóstico a un paciente completamente consiente.- Le contesté seria, me vio con una sonrisa muy discreta. Me fijé en su uniforme, era de practicante, eso significaba que todavía estudiaba para doctorarse.
-Si algún superior te ve con esa ficha pienso negar hasta la última palabra.- Me pasó la ficha.
Tenía 2 costillas y la pierna derecha fracturadas. Agradecía que la fractura en la pierna no fuera expuesta.
Una contusión leve.
Varios cortes por los fierros y los vidrios. Unos 21 puntos en total.No era nada muy grave, ni muy complicado.
-Gracias- Le dije con una pausa al final, esperando su nombre, una presentación, algo. Y le tendí la tabla de nuevo.
-Dra. Michelson.- Me respondió, la miré con burla.
-¿Qué?- Dijo con una falsa voz ofendida.
-Que no eres doctora todavía, llevas uniforme de practicante.- Me vio sorprendida
-Bueno, admito que quería probar como sonaba. Me llamo Lía, me descubriste Sherlock- Sonrió.Lo recordé.
-Lía, ¿Cómo están mis padres?- Sabía que si yo había tenido lesiones bastante leves ellos no iban a tener mucho más, quizás más costillas fracturadas o contusiones graves.
La vi morderse el labio
Mirar al suelo
Jugar con sus dedos
Tomar aire
Y volver a mirarme, ya no me miraba con ojos llenos de ternura, tenía algunas lágrimas en los ojos, amenazando a salir, justo igual que los míos.Lo supe.
Lo dijo, confirmó toda sospecha.
Ahora estaba sola.Pérdida
Del lat. tardío perdĭta 'perdida'.
1. f. Carencia, privación de lo que se poseía.
2. f. Daño o menoscabo que se recibe en algo.
3. f. Cantidad o cosa perdida.
4. f. billa limpia.Soledad
Del lat. solĭtas, -ātis.
1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
2. f. Lugar desierto, o tierra no habitada.
3. f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.
4. f. soleá.