Azul & Verde: Una perspectiva diferente. | SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA COLORS

Vingt-Cinq | Finale

Vingt-Cinq. "Adiós"

Han pasado ya varios meses y en ellos se desvanecen las diferentes historias, conversaciones y escasas peleas que Dan y yo hemos tenido y cabe decir que han sido más las peleas estúpidas y llenas de orgullo que las peleas con un verdadero motivo de enojo, pero en fin, para mi todos y cada uno de esos momentos son importantes.

Mis primas comienzan a enojarse conmigo pues ellas suponen él no me hace bien y yo solo escucho y cayo pues sus argumentos son irrefutables. Hoy me encontraba frente al espejo observando si mi peinado favorecía mi vestimenta Diana, mi prima,  se encontraba detrás de mí atenta a cada uno de mis movimientos.

—Te ves feliz—

—Por supuesto, hoy lo veré nuevamente— comenté acomodando nuevamente mi peinado 

—Él es un idiota— murmuro molesta 

—Un idiota que quiero mucho— canturreé mientras me colocaba un broche de hortensias lilas

—Ojala te deje plantada— murmuro molesta

—No se porque te molesta tanto que seamos amigos— dije dando media vuelta para verla fijamente

—Si lo sabes, es un idiota que solo te hace daño—

—¿Sabes? me tengo que ir, hablamos cuando llegue a casa— caminé hacia nuestro punto de encuentro.

[...]

Llegué a nuestro punto de encuentro y me senté en el asfalto mientras esperaba la llegada de Dan, las horas pasaban y no había señal de Dan, Ojala te deje plantada, las palabras de mi prima se repetían en mi mente sin poder evitarlo sentí una gran opresión en el pecho. Pero al ver a Dan detenerse frente a mi sentí un enorme alivio.

—Emm— murmuro Dan realmente nervioso —Yo... tenemos que hablar—dijo con la voz seria, era una seriedad que nunca había notado en él y ahí fue cuando caí en cuenta, Anne ya se había cansado de nuestra relación y le dio un ultimátum y no lo dudo ni un poquito, la conocía bien. Moví mi cabeza alejando esos pensamientos de mi mente, si este iba a ser el final tenía que ser memorable

—¿Hablar?, pero qué dices—solté con humor —Tenemos que disfrutar éste momento, son pocas las veces que tenemos oportunidad de hablar—dije jalándolo del brazo, pero él no se movió. Volteé a verlo y sólo negó con la cabeza y se soltó de mi agarre.

—Emm, todo se acabo—dijo en voz alta y sin vacilar

—¿A qué te refieres?—pregunté mientras reía nerviosamente, no podía aceptar eso

—Ya no seremos amigos—afirmaste con mirada decidida

—¿P-por qué?—pregunté sorprendida

—Quiero que mi relación con ella funcione bien—sonreíste en grande—La amo y no espero que lo entiendas, pues yo se que es muy cruel que haga esto—dijo aún sonriendo y no se arrepentía de ninguna de sus palabras lo podía sentir y también podía ver que sonreía de todo corazón

—Ya veo, si es lo que te hace feliz esta bien—y sonreí con toda felicidad

—Gracias— se dio media vuelta y desapareció de mi vista

Fue entonces que mis lagrimas cayeron sin remordimiento alguno, me dolía perderle, me dolía tanto que era difícil no llorar, yo quería mantener mi sonrisa ante todo, pero era imposible cuando sentía ese vació en mi corazón. Tal vez todo hubiera sido diferente si yo hubiera hecho las cosas bien.