Tenía que admitir; nunca me había imaginado a mí mismo como estudiante universitario. Incluso durante la secundaria, cuando Vic me alentaba a seguir estudiando arte, no pensaba que iba a llegar a donde estoy. Odiaba la tarea tanto en clase como para casa. No tenía la paciencia como para estar toda la clase, pero imaginaba que tal vez si estaba estudiando algo que disfrutaba entonces sería diferente, y la mayor parte, lo era.
Fue Oliver hablando de lo genial que era la vida como estudiante universitario el que hizo que me interesara más. Siempre lo invitaban a fiestas y hacía amigos nuevos. Yo todavía no había hecho ningún amigo. En mi experiencia personal, los amigos solo terminan causándote problemas. Las fiestas se veían divertidas, aunque no había ido a ninguna todavía, después de todo, solo habían pasado tres semanas desde que había empezado. Todos parecían tan preocupados por empezar bien su educación.
Otra razón principal por la que quería ir a la universidad era que quería hacer algo. No quería trabajar en cafés o restaurantes de comida rápida toda mi vida. Quería hacer algo que me apasionara e, incluso si me siento seguro con mis habilidades artísticas, sabía que probablemente no iba a ser tomado en serio hasta que tuviera algún tipo de título universitario.
Lo único malo de hacer una especialización en arte era el lado teórico. La clase de esa mañana había sido de Historia del Arte y algunas partes habían sido interesantes, pero la mayor parte de la clase me estaba muriendo del aburrimiento. Probablemente me saltearía las clases aburridas, pero me gustaba la distracción, aburrida o no.
Un par de minutos después de cuando la clase se suponía que tenía terminar, el profesor nos dejó irnos. Habían bastantes personas y todos parecían ya estar con sus pequeños grupos. Había un par de personas que, como yo, estaban sentados solos. Tal vez algún día me sentaría con alguno, o tal vez era demasiado tímido para hacerlo.
Salí del aula con los demás y me fui por mi camino. Iba a ir a la biblioteca a estudiar un poco. Oliver también tenía clases hoy, así que planeaba esperar hasta que terminara y caminaríamos juntos a casa. Había sido suerte pura que consiguiéramos un lugar tan cerca como para ir a pie hasta la universidad. Siempre sentía que le debía mucho a Oliver ya que él pagaba el 70% de nuestros gastos. Le daba la mayor cantidad de dinero que podía, pero estaba trabajando constantemente, así que se hacía difícil. Aún así, él sabe que trato, o por lo menos sabe cuan agradecido estoy de que me hubiera ayudado tanto durante los últimos dos años.
Hablando del rey de Roma. Estaba caminando por el patio ocupado en el medio del campus cuando se me acercó por detrás. Me asustó al principio cuando pasó su brazo por mi cintura.
"Hola, lindura." Dijo, apurado, y besó mi mejilla. Me sobresalté y solté un respiro luego de darme cuenta de que era él.
"Hola. Justo estaba yendo a la-"
"No tengo tiempo para charlar, amor," Dijo, y se paró frente a mí, haciendo que me detuviera, "llego tarde a clase."
"Oh okey, entonces será mejor que vayas." Dije con una sonrisa. Verlo en el campus era la mejor parte de mi día.
"Sep, te amo." Dijo rápidamente y me dio un beso rápido en los labios antes de soltarme, sonriendo y trotando en la dirección contraria. Mi corazón todavía latía fuertemente por el encuentro mientras seguía mi camino hacia la biblioteca.
Entré en uno de los edificios para tomar un atajo. Era el edificio de ciencias. No pertenecía a ese lugar en lo mínimo y podías notarlo a kilómetros de distancia. Me veía como una estrella de rock que acababa de salir de la cama con una jaqueca, mientras que los demás que se encontraban ahí parecían que iban en serio con sus vidas. Seguí caminando entre personas con las cuales probablemente no tenía nada en común, pero me detuve cuando vi algo que me llamó la atención.
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Hush, Hush (Kellic) (Chicoxchico) (thekellinunderthevic)
FanfictionEsta es una secuela para The Trouble On Your Lips, así que si no lo leyeron y quieren hacerlo eviten leer este resumen. Kellin y Vic estuvieron separados por dos años ya. De repente son reunidos en circunstancias menos que inconvenientes. Con ambos...