"Él no te quiere, Kellin!" me gritó, "No como yo te quiero!"
Otra patada en mi estómago y estaba encontrando difícil poder respirar. Me achiqué en posición fetal, tirado en el piso de nuestra habitación, a punto de llorar. Había aceptado sus abusos sin chistar, pero ya me estaba gastando.
"Eres un pedazo de mierda por ir con él a mis espaldas! No ves cuánto me hace daño," rugió. Su voz denotaba sus emoción. Más que furioso, estaba herido. No podía creer que era lo suficientemente estúpido como para hacerle esto. Era un idiota, pero por qué eso significaba que tenía que abusar así de mí? Los gritos los entendía, pero por qué me tenía que patear? Hace tiempo que no me hacía daño de esta forma. Yo estaba herido y confundido. Pensé que las cosas habían mejorado entre nosotros en cuanto al abuso físico. Por qué tenía que lastimarme?
"Yo estuve para ti cuando él no lo estaba! Soy mejor que él, no lo ves?" gritaba.
"Por lo menos él nunca me golpeó!" Le respondí, también gritando.
Fue una reacción por impulso. En verdad no lo pensé antes de hacerlo. Nunca pensaba nada antes de hacerlo. Traté de sentarme. Estaba jadeando mucho. Mi estómago y pecho dolían. Mis costillas también. Pensé que me iba a desmayar ahí y en ese momento. Le había contestado y a una parte de mí no le importaba. Cuánto más podía empeorar? Lo miré a través de ojos llorosos, preguntándome por qué no había hecho nada aún. Simplemente me estaba mirando.
"Te amo, Oliver. Te amo, así que por qué me haces?!" Grité otra vez. Traté de respirar, con dificultad por tanto sollozo. Pensé que seguramente me iba a golpear otra vez, pero no lo hizo.
"Perdón," susurró. Las disculpas siempre llegaban eventualmente, pero raramente así de rápido. Se arrodilló y extendió su mano hacia mí, pero yo me alejé.
"Aléjate de mí!" grité. Otra vez no estaba pensando claramente. Las emociones se estaban apoderando de mí.
"Kellin, detente, ven aquí," dijo con voz suave.
"No! Te dí cada parte de mí y esto es lo que haces! Debería dejarte!" Me dolía la garganta de tanto llorar y gritar, pero eso no me detenía y seguía diciendo lo que estaba en mi mente. Ya había sido suficiente.
"No hables así, dije que lo lamentaba," dijo desesperado. Volvió a acercarse a mí y agarró mi brazo. Traté de soltarme, pero él era más fuerte.
"Aléjate de mí!" grité, "No me toques!"
"Kellin, detente!" gritó y me acercó a él. Me envolvió con sus brazos, pero luché por liberarme.
"Ya no quiero hacer esto!" Grité como un niño haciendo berrinche.
"Solo estás molesto. Cálmate, Kellin," me dijo suavemente al oído, "Cálmate, por favor. Te amo."
Yo lloré más fuerte y mi lucha estaba denotando lo inútil que era. No me iba a soltar. Todo me dolía. Por una fracción de segundo me pregunté por qué no lo dejaba, y luego recordé, dejé de luchar y le permití abrazarme. Oliver era todo lo que tenía. Era todo para mí y honestamente él me podía hacer lo que quisiera porque siempre me quedaría con él. No sabía si esa idea me gustaba o no. De cualquier forma, dejé de pelear.
"Está bien, Kellin. Solo no veas a Vic y esto no volverá a pasar otra vez. Lo prometo," dijo. Me di vuelta para ver si en verdad sentía lo que decía. No podía saberlo.
"Lo dices en serio?" Le dije ahogadamente. Él asintió.
"Lo digo en serio. Nada de Vic, nada de... esto, okey?" preguntó. Lo miré mientras seguían rodando lágrimas por mis mejillas. En verdad estaba sentía lo que decía? Sonaba como si así fuera. Quería correr el riesgo. Quería que las cosas estuvieran bien entre nosotros. Solamente no tenía que cometer el mismo error otra vez. Asentí lentamente y lo rodeé con mis brazos para abrazarlo.
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Hush, Hush (Kellic) (Chicoxchico) (thekellinunderthevic)
FanfictionEsta es una secuela para The Trouble On Your Lips, así que si no lo leyeron y quieren hacerlo eviten leer este resumen. Kellin y Vic estuvieron separados por dos años ya. De repente son reunidos en circunstancias menos que inconvenientes. Con ambos...