Capítulo segundo:

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Siempre fui un "maricón", mi padre me lo repetía tarde y noche, mi madre se callaba, solo decía que era una etapa, que ya "me convertiría en hombre". Que idiotas.

A pesar de ser "normal", jugar con los juguetes de nenes, de comportarme como un hombrecito frente a mi padre, sé que él sabía, sabía que no miraba a las nenas de la forma en la que él quisiera.

A mi tierna edad de 13 años pude realmente comprender que no me gustaban las niñas, sí, eran hermosas, tiernas y adorables como decía mamá, pero solo eso, no me gustaban. Lo entendí el día que me quede a dormir en casa de Tomi, después de su cumpleaños, nunca había dormido con otro niño, y a pesar de mi edad esa sensación despertaba sentimientos irreconocibles en mi ser, ¿estaba bien lo que sentía?

Tomi siempre me pareció un niño lindo, al pasar los años seguimos siendo amigos. Y luego en el último año, durante el viaje de egresados a Bariloche pude confesarle mis sentimientos, que tonto fui, sabía que él si era un hombrecito hecho y derecho. Gane una buena piña de su parte, que gracioso, esa misma noche se acostó con una chica que no conocía en la cama de al lado, lo hizo apropósito.

Mira que salir del closet y que te empujen dentro de un puñetazo, luego de eso me dejo de hablar, pero después de todo guardo mi secreto. Por lo menos agradezco ese gesto hacia mí, aunque no durara demasiado el mismo.

November #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora