Capitulo quinto

2 1 0
                                    


Les conté a mis amigos, después de tanto tiempo, sobre mi sexualidad. Al comienzo pensaron que era mentira, que los estaban jodiendo. Varios se alejaron de mí, pero con los pocos que se quedaron conmigo ahora somos más unidos. Las chicas son las mejores, ahora soy su "siempre quise un mejor amigo gay", me parece tan divertido. Los amo.

Comencé a adentrarme más en este mundo multicolor. La aceptación de mis amigos era lo que necesitaba para intentar conseguir una relación, y pensando en ello pensaba en vos.

Las chicas me convencieron de ir a un bar gay, y adiviná ¿a quién encontré ahí? Si, a vos. Y esta vez estabas solo, no había petiso colorado en mi camino.

Quería hablar con vos, tenía que juntar demasiado valor para eso.

Les comenté a las chicas sobre vos, no demasiado, las chicas suelen ser muy entrometidas.

Y prácticamente me tiraron a tus brazos.

En realidad solo me empujaron a bailar, y en un costado de la pista estabas vos, ellas se te tiraron prácticamente encima, creo que era más para probar si yo podía avanzar. Las rechazaste de la forma más caballerosa de la que me podría imaginar, eso me alentó.

-Hey- que forma más patética de iniciar una conversación.

-Hey- me respondiste con una sonrisa burlona en lo rostro, diablos que tenías una hermosa sonrisa.

-¿Querés un trago?- no sabía que más decir. Me mostraste que tenías una cerveza en la mano, ok no podía invitarte nada.

-Gracias, pero ya tengo lo mío- me respondiste aun con tu sonrisa plasmada.

Me quede en silencio, no sabía que más decir, ¿cómo corno se inicia una conversación natural?

-No te había visto antes por acá- te escuche decir, intestaste sacarme conversación, que lindo.

-Mis amigas me obligaron- dije señalando a las locas histéricas que bailaban en la pista de baile- dicen que siempre les gustó la idea de un mejor amigo gay- ok, tal vez la insinuación fue demasiado directa, ¿Alguien me puede culpar por tratar de llamar tu atención?

-Así que sos gay- me preguntaste más con tono de afirmación que de pregunta.

-Eh... Si, ¿vos no?- tenía que sacarme la duda, aunque ese colorado había dejado bastante clara mis ideas.

-Bi, para ser exactos- y me sonreíste, carajo, deja de sonreír, me vas a dejar ciego.

-¿Me das un poco de tu cerveza?- necesitaba apagar un poco el fuego que se estaba encendiendo en mí.

Solo me tendiste el vaso, oh estamos compartiendo un beso indirecto, ya parezco una adolescente enamorada.

Pasamos el resto de la noche hablando de cosas sin sentido, te presente a las alzadas de mis amigas, esta vez la trataste aún mejor, no dejaste de sonreir en toda la noche, ¿puedo tomar tus sonrisas como una forma de coqueteo hacia mi persona?

Me diste tu número, te agendé como Colgate, culpa a las publicidades del dentífrico por tal apodo.

Eres tan hermoso Luca.

November #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora