Mi resolución

328 45 15
                                    


Hola mis amados lectores no ha pasado mucho tiempo, y ya estoy de vuelta, aunque no siempre será así.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Osomatsu no podía evitar los deseos de llorar luego de cosas como esas que le demuestran su propia debilidad. Esa que odia demostrar. Solo una vez se ha dado permiso llorar por causa de este amor no correspondido.

Cuando supo que se casarían. Esa vez no pudo evitarlo y lo dejo fluir todo. Sintió perfectamente como se le rompía el corazón lentamente. Juro que alguien pudo escuchar el crujir que hizo, más nadie lo noto. Ese día no tolero la clase por lo que fingió que se sentía muy mal para poder irse a casa. Aunque tampoco fue a casa y se quedó en un parque cercano a llorar, para poder drenarlo todo. La sensación de falta de fuerza que experimento aquella vez ha sido más que suficiente para negarse a volver a llorar. No sería una nena chillona de nuevo.

Casi lloro la primera vez que los vio besándose y al ser consciente de la verdadera y larga relación de esos dos, pero no lo hizo. A veces espía a Ichimatsu para entender cómo es que alguien así pudo conseguir el amor de Karamatsu. Alguien tan sencillo y arisco. Cualquiera pensaría que con lo llamativo que es el guapo profesor tendría otro tipo de pareja. Algo no le cuadraba. No odia al enfermero pero no puede evitar dejar fluir su envidia.

Le tiene tantísima envidia. Hay momentos en los que incluso fantasea con cambiar lugares con el hombre de ojos morados para poder vivir por un momento su suerte. La verdad es que eso de estar enamorado lo tiene bastante aturdido. Unas veces siente que es de lo más lindo que pudo pasarle y otras, siente que es su castigo por sus constantes travesuras.

Esta suspirando mirando la nada de nuevo.

─ ¿Pesando en el profesor de matemáticas otra vez?

Le dice una voz femenina detrás de él, mientras le dan un golpecito en la cabeza.

Alza la vista y mira a su amiga Totoko. Una chica guapa que es diabólica. Aun no entiende cómo demonios lo hace, pero se da cuenta de todo. Era de esperarse que notara lo enamorado que esta. Están los dos en el club de teatro, no pertenecen a este pero suelen venir a ayudar porque tienen amigos ahí.

─No sé de qué estás hablando, Totoko-chan yo solo tengo ojos para ti~

Dice mientras le pasa el brazo alrededor de los hombros.

Ella le lanza una mirada de que sabe que está mintiéndole descaradamente.

─No te culpo. Pero aun así, aunque tengas ojos solo para mí, tu corazón le pertenece al hombre doloroso y guapo que nos enseña matemáticas.

Osomatsu se siente derrotado. Esta chica se da cuenta demasiado bien de las cosas.

─Aunque así fuera ese disfruta coger con la gata esa, así que...

Dice mientras pasa sus brazos detrás de su cabeza.

─ Se que le dices así solo por envidia, el enfermero no te desagrada, solo es que es tu rival en el amor. Solo te veo suspirar por tu amor y no hacer nada más que verlo con esos ojos de cachorrito. Me frustra. Sigo sin entender que te detiene.

Osomatsu la miro fijamente.

─ ¿Qué me detiene? Esa pregunta es un chiste, es lógico que está a punto de casarse...

─Exacto. Estás seguro de que serás rechazado, de hecho es una certeza de que así será...

─Con este tipo de conversación no me animas mucho precisamente.

Enamorado como colegialaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora