André es un chico aplicado y deportista de 20 años, su meta poder graduarse de ingeniería mecánica, y trabajar como diseñador en alguna empresa automotriz.
Llegó el primer día y lo menos que quería era perderse en la universidad buscando su salón, por suerte un amigo que ya estaba en segundo semestre le dijo que calculo 1 se encontraba en la primera planta justo al lado de la cafetería, no tenía como perderse, entró al salón y para su sorpresa ninguna de las pocas mujeres en la clase le llamó la atención, por lo contrario a todas ellas les quedó gustando, se sentó en el último asiento del salón, precisamente para que el profesor no lo molestara y pudiera reclinarse contra la pared, la verdad los números no son el fuerte de André, solo está preocupado por pasar diseño y teoría, con las otras materias esperar que los profesores sean fáciles de comprar. Pasada la mitad de la hora, en lo único que estaba concentrado era en sus dibujos de prototipos de coches, tiene una gran imaginación puede crear diseños que algunos ni soñando podrían, pero lo que equivalía a medidas y números era un desastre total, por un momento levanta la cabeza y mira hacia el frente, precisamente estaba entrando una chica de cabello largo, delgada y linda, la chica pide disculpas al profesor por llegar tarde, que se había perdido por la universidad, desde el frente del salón se puso a mirar si había algún puesto libre, para su suerte el único asiento libre estaba delante de André, con confianza fue a sentarse, sin saber la joyita que era su nuevo compañero, el no perdió el tiempo y antes de que ella se pudiera sentar, le extendió la mano y se presentó con un tono de voz sensual y una mirada pícara le dijo.
-Hola princesa, ¿como estas?, mucho gusto André Alejandro Hernandez a tu servicio-
-Primero, no soy tu princesa, y segundo yo que tu presto atencion a clase, en ves de estar dibujando carritos, calculo no es muy facil que digamos niño- Le respondió.
André, quedó mudo después de lo que le había respondido, obviamente no se lo tomó muy bien, y ahora a esa mujer tan linda que al principio le gusto, sería una enemiga, al menos hasta desquitarse por la pena que le hizo pasar. Acabó la hora de clase y era hora de empezar el plan de venganza contra la recién llegada, varios del salón entre ellos André y la nueva, se reunieron en la cafetería para conocerse un poco más, ella se presento, se llama Juliana Zapata, antes de que pudiera seguir André la interrumpe y se empeza a presentar y se pone delante de ella dando le la espalda y sacándola del grupo, ella con ira le dice.
-¡Madura!, ya estas muy grandecito como para que estés peleando como un niño de 3 años-
-vale princesa, como tu digas- Le respondió con todo desinteresado.
De repente ella le tira un vaso con CocaCola sobre la cabeza, de nuevo el quedo sin poder pronunciar una sola palabra y su nivel de ira fue aumentando, mientras se alejaba ella le dice con una sonrisa y riendo.
-Ya te dije, ¡madura!-
En todas las demás clases, ella logró hacerse lo más lejos posible de André, por si se le ocurría vengarse, aunque no estuviera cerca de él, siempre sentida esa mirada de odio que tenía sobre ella, no hacía falta pensar mucho quien era el que la estaba mirando, al terminar el dia, Juliana va caminando hacia su casa, a unas 2 cuadras de la universidad, pasa a gran velocidad un carro último modelo, que casi la arrolla, ella enfadada espera a que el conductor bajara la ventanilla para decirle unas cuantas verdades, y oh sorpresa, era André, y sin dejar que ella dijera una sola palabra le dijo en tono sarcástico.
-¡Tienes mucha razón!, soy re inmaduro, pero prefiero ser inmaduro, feliz y con plata, a ser amargada, triste y pobre, la verdad te hace falta un buen polvo haber si se te quita esa amargura, si quieres yo te ayudo con eso, a por cierto espero que al comprar esa CocaCola que me echaste no se te haya descuadrado el dinero para todo tu mes-
Sin mas que decir, subió la ventanilla de su coche, y aceleró hasta más no poder y dejar atrás a Juliana en medio del humo que provocó las llantas. Ella al llegar a casa, siguió derecho a su cuarto y mientras caminaba por el pasillo, sus ojos se empezaron a poner llorosos, cerró la puerta de un azote, y empezó a llorar sobre la almohada, necesitaba hablar con alguien pero su mamá es enfermera y no llega hasta la mañana, ella sabía que se había excedido al tirarle el vaso a André, pero nunca pensó que llegaría al límite de casi arrollarla, si así fue el primer dia, no quería saber como seria en un futuro si seguía peleando con el.