Prólogo

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Un club es un lugar dónde las almas fiesteras llegan seguido y dónde los corazones rotos abundan. ¿Pero alguna vez habías visto a alguien llegar a su punto de quiebre y llorar en el club? ¿Has presenciado a alguien con su corazón roto y solamente dejarse llevar, sin importar el lugar?

Dicen que las penas se olvidan con alcohol. Quizás funcione, quizás no. Quizás solo resulta que las penas sean más abrumadoras de lo que ya son, o simplemente te ayude a pasar la noche. Pero al otro día, tendrás que lidiar con el dolor y una resaca de todas maneras.

¿Tus amigas nunca hablan de que olvides a ese estúpido y solamente salgas de fiesta con ellas? Bueno, eso es lo que pensé que sería la distracción que necesitaba. 

Salí aquella noche, salí con la mejor voluntad de todas para por fin liberar mi pecho de tantos sollozos y ahogarlos con algunas copas. Adormecí mi cuerpo al máximo, traté, juro que traté, pero mi cuerpo completo ya estaba lo suficientemente adormecido como para volver a sentir alguna sensación.

¿Qué fue lo que pasó? Terminé en un baño de hombres, llorando con el corazón en la mano y lo siguiente que puedo rescatar de esa catastrófica noche, es aquel chico: Tan dulce y respetuoso, el cuál me ayudó a salir de aquel lugar y devolverme a mi cueva en mi hogar. Dónde podía llorar a solas, quitar todo mi pecho...

Aún cuando ya no me quedaban lágrimas que llorar.

Crying In The Club ➳j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora