Capítulo 4

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Segundo día de clases y ya no quiero ir más, vamos a quien le gusta estudiar, exacto, a nadie.

Esta vez llegué sólo cinco minutos tardes, un nuevo record, me siento en un pupitre que tiene una ventana cerca, pongo atención en las afueras del Instituto y ahí está el idiota de ayer fumando y riendo con otro par de chicos que seguro tengan el mismo grado de idiotez que él, la profesora que habia llegado ya llamó mi atención y dejé de observarlos, después de dos aburridas horas de matemática tomé mi mochila y salí del aula, la verdad que no me importaba la falta.

Salgo y camino sintiendo el aire correr por mi cuerpo totalmente libre de esas cuatro paredes en la que estaba, entro a un baño público y me encierro en uno de esos sucios cubículos y aspiro una línea de cocaína, salgo y sigo caminando hasta que me siento en el pasto cerca de un arbol, pensando en la porquería de vida que llevo hasta que alguien interrumpe el silencio.

—Uyyy pero a quién tenemos aquí—Dice Mason en tono de burla y los otros chicos me miran con lujuria.

—Déjame Mason—Hablo totalmente apagada.

Se pone en cuclillas para llegar hasta mi altura y mira mis ojos.

—Vámonos chicos está drogada— Se nota el enojo en su voz.

Me toma un mechón de mi corto y fino pelo

—Te estas arruinando tú misma.

Y se va, así sin más.

Después de horas de esa extraño comportamiento de Mason fui a  mi casa y me dejó pensando su bipolaridad, es decir un día me dice que soy una idiota por sentarme en su silla y al otro me dice que me estoy arruinando, no entiendo que pasa por su cabeza.

JordannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora