1. ¿Existir la magia?, Eso es un cuento (NO ESTÁ CORREGIDO)

Capitulo 23- Entrevista Alba López

Capitulo 23- Entrevista a Alba López

Y estaba nerviosa, una entrevista, así de repente, pero era eso lo que quería, harta de que mis padres solo miraran a mi hermano, que yo solo fuera una más de la familia, pues mama estoy en el torneo de los tres magos. Sentada junto a James Potter, y al otro campeón, los dos eran guapos, el Potter seguro que tenía novia, solo por la cara de preocupación que tenía. Debía de estar pensando en ella. El otro chico se le veía tranquilo, en su mundo. También yo estaba en el mío. El aula en el que estábamos no era muy grande pero lo suficiente para entrar os clases. Sabia lo de las cuatro casas. Amber era de los aguiluchos esos, James de os leoncitos, los otros dos eran serpientes y huroncitos. Qué cómico todo ¿no?. En mi casa muggle, solía leer libros, mientras que mi hermano se pasaba el día fuera de casa. Mi madre ni me miraba, es más no estaba mi casa, mi padre solo tenía ojos para Rubén. Odiaba estar allí prefería estar estudiando magia. Me apasionaba este mundo. Entró la periodista .Nos saludo, lo normal.

- Bueno empecemos, no quiero estar aquí mucho tiempo, la primera elegida, Alba López, ven conmigo.-era lo único que quería oír pues solo que salir de allí, y rápido. Lo más rápido posible, me levanté y fui hacia allí, había lo típico que usaba ella en todos sus reportajes.- Empecemos-suspiró-¿Por qué te presentaste al torneo de los tres magos?-que directa era esta tía, nada de ¿Cómo te llamas?, cómo es tu vida muggle?, ¿qué sentiste cuando te eligieron?, no ,no directamente al grano.

-Porque estoy harta  de que mis padres pasen de mí.-dije sin preámbulos.

-¿Por qué pasan de ti?

-Porque mi hermano es supuestamente perfecto-dije -Nunca hace nada mal, ¿sabes?-le hablaba como si fuera una de mis amigas, total.

-Bueno, esto es un tema delicado, dejémoslo a parte-que extraño, la mismísima Rita Skeeter dejando un cotilleo a medias- ¿A que casa crees que pertenecerías?

-Eso a que viene

-Una pregunta que quizás interese

-Creo que sería...Slytherin, si me gustan las serpientes-se rió un poco.

-Bueno y ¿amores?

-Nada, no me interesan, cuando llegue llego, espero encontrarlo aquí-la pluma escribia, deslizándose suavemente por el papel, con la tinta negra describiendo la entrevista.

-Bueno quizás sea suficiente-dijo con una sonrisa, aquella rubia de ojos esmeralda.-Me caes bien, Alba. Avisa a Olaf-asentí con la cabeza, intente poner una cara para que pensaran que hubiera sido horrible, cuando quizás no fuera para tanto.

-Ahora dicen que vayas tu Olaf-el rubio de ojos agua se levantó y metió donde hace segundos estuve yo. Clavé mis ojos en el suelo.

-No pongas esa cara, que te habrá preguntado cuatro cosas, ella se inventará la mitad y no habrá sido para tanto ¿cierto?-dijo James. Yo asentí con la cabeza, el sonrió.

-¿Quién era la chica que salió corriendo cuando dijeron tu nombre?-pregunté yo, pues tenía mucha curiosidad.

-Digamos que es una chica especial-dijo él con media sonrisa.

-¿Tu novia?-pregunté yo, con una sonrisa divertida.

-Mi no-novia-reímos. Luego salió Olaf y Rita nos dijo que nos fuéramos. Ya estábamos a las afueras del castillo, en otras palabras habíamos salido de allí.

-Alba...-me llamó, creí que no sabía mi nombre.

-¿Si?-pregunté yo.

-¿Vendrías al baile conmigo?-me preguntó, se le notaba un poquito nervioso, yo sonreí, sabia que el baile de primavera se acercaba pero tampoco pensaba que me lo iba a pedir alguien ni siquiera él.

-Claro-me acerqué le di un beso en la mejilla, y fui con mis amigas, que estaban sentadas en dos sillas, que ellas mismas habían creado con magia. Cree otra cuando estuve cerca suyo y me senté.- Ya tengo pareja para el baile.

-Pues yo no y soy muy feliz- replicó Marta.

-Yo no sé si iré ni siquiera tengo vestido-dijo Ángela.

-Venga chicas, no quiero que me dejen sola allí les recuerdo que dentro de unos días tendré que competir para no morir, ¿saben?-ellas me miraron

-Lo sabemos, hasta entonces, podremos decir todo lo que nos dé la gana-se rieron sin yo entender.

-Y por eso las quiero-dije yo con una sonrisa.

-Oh, que mona-dijo Marta.

-De mona nada, cabrona, que va a salir con el tipo ese-dijo Ángela.

-Cállate-le solté a modo de broma