Capítulo 8

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Me cuesta demasiado admitirlo. Él me cae muy bien. No es cómo yo pensé que era en un principio. Apenas han pasado unas cuantas semanas desde que llegué a éste pueblo y no siento que me siento fuera de lugar. No tengo idea de si será por él o el ambiente ya que es demasiado tranquilo. No conozco a casi ninguno de mis vecinos porque nadie sale a husmear y criticar. Creo que hasta ahora los únicos que se han dado cuenta de nuestra llegada fueron los que viven junto a nosotros, mi atractivo vecino acosador y su familia. Bueno, creo que solamente son él y su madre porque hasta el momento nunca he visto salir de esa casa a alguien más. Hablando de mi curioso vecino acosador. Ha pasado mucho tiempo desde la última ves que lo he visto. Desde que he comenzado a juntarme con el chico "cabello de abuelita", él no ha vuelto a aparecer. Antes me lo cruzaba a todo momento y ahora ha desaparecido totalmente de la faz de la tierra. Se ha esfumado. No es que me importe, claro. El tipo tiene derecho a hacer su vida y yo la mía... Wou. ¿Yo diciendo que tengo una vida? Esto es nuevo. Puede que mi madre haya acertado ésta vez. Me gusta éste lugar y he decidido darle una oportunidad. Respecto a la amiga de Lucky (aprendí su nombre), ella ni siquiera se acerca a nosotros cuando estamos juntos. Definitivamente no le caigo nada bien y a mi me vale muy poco. No es que me vaya a morir porque no tengo una amiga "femenina". De todos modos yo no me maquillo, no salgo de compras, no me interesa hablar sobre chicos y mucho menos salgo con ellos. Ya veo porqué me siento tan cómoda con "Cabello de abuelita". Aún que a veces sí me gustaría golpearlo porque habla demasiado, es agradable, divertido y me tolera. El pobre chico es perfecto. Creo que ya olvidé la razón por la cual comencé a hablar con él... En fin. Hoy se cumple un mes desde que llegamos a Cheshire. La mañana es fresca y está lloviendo. Desearía no tener que ir pero tengo un estúpido examen de Inglés y no puedo faltar. Tendré que llevar paraguas.

Bajé lo más rápido posible intentando ajustarme la estúpida falda color azul del uniforme porque se me cae. No tengo caderas que la sujeten demasiado así que la desgraciada se me desliza. Para el colmo es un talle más grande porque ya no quedaban del mío.

— Hahaha. ¿Acaso estás practicando para hacer un documental sobre payasos? Luces terrible, hermana –dijo antes de morder su tostada y acabar su té.

Claro. Porque ella tarda 2 horas en arreglarse y maquillarse cree que yo también debería hacerlo. Que estúpido es levantarse temprano solamente para untarse cremas como si fuera una anciana. Yo despierto 10 minutos antes de salir ya que en menos de 5 puedo vestirme y en el resto puedo atacar algún paquete de galletas o un jugo. Disfruto más de mi cama ya que a la única hora que se siente más cómoda y suave, es cuando debo abandonarla. Por las noches es más incómoda que un tablón de madera.

— No me molestes –le lancé una mala mirada. La tonta estuvo a punto de contestarme pero el claxon de un auto llamó su atención y dio un salto de emoción

—Llegaron por mí. ¿Quieres que te lleve? –hice una mueca algo confundida.

— ¿Quien ha venido por ti?

— Bueno, Julian se ofreció a pasar a buscarme ésta mañana. Me envió un mensaje temprano ¿Puedes creerlo? –sonrió entusiasmada y la seguí hasta el living.

— ¿Quien Rayos es "Julian"?

— Ag el chico lindo del cabello dorado. Sí lo conoces.

Obvio que lo conozco. Quiso propasarse conmigo apenas llegamos a la escuela.

— No, no lo conozco. Solamente lo he visto en la escuela y aún sin conocerlo pienso que no me agrada. ¿Porqué se ofreció a llevarte? –insistí en saber que sucedía porque no me agrada lo que está haciendo. La seguí hasta la puerta de casa aún que no la voy a acompañar. No pienso subir al auto de un idiota cómo él.

— No seas dramática, solamente me llevará a la escuela. Está lloviendo y papá se llevó el auto ésta mañana para ir a Londres –estuvo a punto de salir pero la detuve al tomar su bolso.

— Si te metes en problemas luego mamá me va a regañar por tu culpa igual que el otro día –le recordé seriamente pero ella se soltó de mi agarre y me lanzó una mala mirada.

— Eres solamente 4 horas mayor que yo Coraline, eso no te da derecho a comportarte cómo si fueras mi dueña. Yo sé lo que hago. Además, mamá no puede regañarte. Después de lo que pasó la última ves... –una ves más el claxon del auto la interrumpió y ella salió para hacerle señas de que estaba a punto de salir.

— Sophie...

— Déjame en paz, Coraline –me dio la espalda y se fue. Subió al auto de ese idiota del lado del copiloto con total confianza porque obviamente no es la primera ves. Ésta maldita busca problemas todo el tiempo. No es la primera ves que la advierto de algo y aún así, sigue haciendo lo que se le da la gana.

Bien, no pienso preocuparme más por ella. Ya cumplí con mi parte al advertirla. Es casi tan cabeza dura que yo sólo que no piensa las consecuencias. Típico, cuando necesito un paraguas me doy cuenta de que no hay. Seguramente mi padre se lo llevó esta mañana. Al parecer se lo ha llevado todo. Hace unos días finalmente llegó el Mercedes AMG clase C350 que mi madre compró para la "empresa" y así como llegó también se fue. Si por lo menos hubiera esperado hasta hoy, me podrían haber llevado a la escuela en él. Creo que otra ves tendré que correr. El idiota de Lucky debe comprarse un vehículo. Busqué mi bolso y una chaqueta impermeable para que no se moje. De paso yo también me cubrí un poco con ella. Al salir de casa tuve que suspirar profundamente porque seguramente voy a llegar hecha un total desastre. Apresuré el paso lo más rápido posible e intenté ir por las veredas que tuvieran algún techo pero aún así ya estoy mojada, y eso que aún faltan unas 10 cuadras más. Iba caminando igual que un cachorro caniche porque mis pies se movían veloz y ni siquiera veía el suelo. Si aún no he caído es por un milagro. Cuando finalmente llegué al instituto me di con que no era la única empapada. Eso es bastante bueno porque así no me sentiré mal.

— Te ha pillado un poco el agua –comentó inteligentemente Lucky al acercarse a mí, y yo lo fulmine por hacer tan tonto comentario.

— ¿Tú crees?

— Sep, lo creo. Tu cabello luce bonito al mojarse –sonrió ampliamente y no pude evitar reír.

— Eres un mentiroso compulsivo ¿Lo sabías?. Por cierto ¿Estuviste esperando a que llegara? –lo miré extrañada mientras estribaba un poco mi cabello. Genial, ahora se va a erizar y quedaré como Simba pero la versión con mala vida.

— Claro. Leyla no vendrá a clases hoy, y además tú y yo nos llevamos bien –me encogí de hombros ante su comentario.

— Supongo que sí. No eres tan tonto o engreído como te consideré al principio –comencé a caminar en dirección a mi salón porque en pocos minutos la clase va a comenzar y a esa profesora no le gustan los retrasos. Mucho menos ahora que hay examen.

— ¿Realmente creíste que yo era tonto y engreído? Me ofendes. Debo admitir que dolió.

— No te quejes, ya no es así, incluso creo que me agradas lo cual es demasiado. Considérate un afortunado Blue, eres el primer ser humano en éste mundo que ha llegado a caerme bien.

— Estoy muy orgulloso de mí mismo... ¿Enserio? ¿El primero? –me observó incrédulo y yo asentí.

— El primero.

— Eso es algo para celebrar. Podemos volver a la cafetería después de clases, creo que necesitaras algo caliente después de haberte mojado así.

— Ya lo he mencionado antes. Jamás me enfermo.

— Y yo respondí que para todo hay una primera ves. Que ironía, supuestamente tampoco existía algún ser vivo que te cayera bien y llegué yo. He roto una maldición. ¿Cual crees que sea la siguiente?

— Hmmm puede que sí logres enfermarme. Uno de estos días me darás jaqueca –él rió ante mi comentario.

— Soy especial –lo observé medio extrañada. Ese termino suena bastante extraño.

— Si es en el sentido de "retrasado mental", puede que sí esté de acuerdo contigo –reí malvadamente y me empujó por ello. No pudimos seguir charlando porque tuve que entrar a clases y él asistir a las suyas. De todas formas luego nos vemos durante los recesos y también tendremos tiempo de hacerlo en la cafetería...

☀☀☀



— Tengo mi atractivo, soy original. Supongo que ya has visto mis dientes –sonrió para mí y tuve que reprimir una risa porque no puedo resistirme a esa sonrisa tan particular.

— Lo he notado. Si no sonríes podrías ser súper modelo...

— Mi cabello es pálido pero eso no significa que sea por la falta de cerebro. Tengo muchos planes de cosas para hacer en mente... –me abrió la puerta de la cafetería para que entrara antes que él.

La lluvia a cesado y el ambiente se a vuelto bastante agradable. Supongo que debe de hacer mucho frío porque la cafetería está casi llena y afuera no hay ni un alma con vida. Y si alguien llega a aparecer, está más abrigado que mi madre en un día nevado (no es poco). Yo ordené un café común mientras Lucky pedía otra cocos igual a la ves anterior, incluyendo los muffins y las galletas. Para ser tan delgado el tipo come más porquerías que yo. El otro día llevó un súper sándwich para almorzar que parecía tener más papas fritas y queso que verduras. Otro factor que contribuye a la genial impresión que tengo de él.

Escogimos la única mesa disponible que había en medio de todo el lugar. A mí me molestaba un poco ya que detesto estar rodeada de muchas personas, pero no había otra opción. Puede que no me afecte salir afuera ya que las temperaturas no me afectan, pero temo que a Lucky si podría afectarle y luego me sentiré culpable por ello... ¿Yo dije eso?

— ¿Que piensas estudiar después de la escuela? Parece que eres muy buena dibujando. Vi uno de tus dibujos esta mañana, se te cayó tu cuaderno por accidente –sacó mi cuaderno de dibujos de su mochila y me lo entregó...

—¿Qué? Cuando...

¿En qué momento se me cayó? No recuerdo haber tirado nada. Lo tomé sintiéndome bastante confundida por ello, y luego esos sentimientos de confusión se transformaron en vergüenza. Ahora recuerdo porqué comencé a hablar con él, y es por su tatuaje el cuál dibujé unas 20 veces intentando descifrar cómo era en realidad. Bajé la mirada pare fijarme en su brazo. Estaba un poco descubierto en ese lugar pero de todas formas no consigo verlo bien. Lucky se percató de mi incómoda mirada en su muñeca y por eso se acercó un poco más hacia adelante.

— ¿Quieres verlo? –levanté mi mirada al instante para encontrarme con sus brillantes ojos celestes y creo haberme sonrojado porque él sonrió bastante divertido. Se quitó su chaqueta y luego arremangó su camisa para mostrármelo. Es mucho más complejo de lo que pensaba y ahora sí recuerdo cómo lucía en mis sueños. Yo he dibujado cualquier estupidez.

— ¿Tiene algún significado? –tuve que preguntar. Él sonrió divertido y luego se encogió de hombros mientras volvía a cubrirse.

— No creo que te interese saberlo –dijo y yo arrugue mi nariz en desacuerdo.

— Y porqué no querría.

— Es bastante complicado –se hizo el idiota mirando en cualquier dirección y yo me crucé de brazos sintiéndome cada ves más molesta.

— ¿Me estás llamando tonta o limitada?

— No lo tomes a mal. Es solo que ya sabes lo que dicen de mí y de Leyla en la escuela. De que somos parte de una "secta" o que somos un par de raros, y no quiero espantarte.

— ¿Entonces sí pertenecen a una secta? ¿Formas parte de algún grupo extraño donde hacen cosas raras, hablan con demonios y eso? ¿Eso es lo que significa ese símbolo?

— ¡No! Por dios, no. No somos una secta ni hacemos esas cosas. Dios ni lo menciones porque no me agradan ese tipo de cosas –se sacudió de forma graciosa.

— ¿Entonces qué?. Dime qué es lo que hacen –pregunté. Él hizo una mueca dudosa ante mi pregunta y luego chasqueo la lengua.

— Nada. Solamente somos amigos.

— ¿Eso es todo? Entonces me vas a decir que ese tatuaje es un símbolo de "amistad" simplemente.

— Así es. Un corazón era muy cursi y el "infinito" ya está gastado así que nosotros hicimos éste símbolo. Es más original –se encogió de hombros pero yo no le creo ni una palabra. Ese símbolo no significa "amistad".

— Hagamos cómo que te creo... Mentiroso.

— Si quieres, algún día podría presentarte a mis amigos. Te van a caer muy bien.

— Si son iguales a tu amiga "Leyla", quien por cierto me detesta, lo dudo.

— Ella solamente está un poco celosa. Es la única mujer entre nosotros 4 y acostumbra a tener mi total atención normalmente –se encogió de hombros– Es como mi hermana.

— Y crees que me va a odiar menos si me llevas a conocer al resto de tus amigos.

— Da igual, se le pasará. Seguramente luego terminan llevándose bien porque ella es cómo tú. No le agradan las personas y tampoco las de su "especie" –hizo una mueca extraña.

— Oh... Bueno. Yo tampoco me llevo muy bien con "las de mi especie". Apenas tolero a mi hermana pero sólo porque es mi hermana. Somos mellizas pero de todas formas somos totalmente lo opuesto una de la otra.

— Lo he notado. Ella es bastante rápida para hacer "amigos" por lo visto. Ésta mañana la vi llegar junto con el idiota de mi salón.

— Sí. Es muy tonta la pobre para escoger chicos. Espero que algún día decida escucharme y cambie eso...

— Seguramente. Bien, cambiando de tema te aconsejo que bebas tu café y comas tus muffins o me veré tentado a robarte –reí por ello y le hice caso. Adoro lo Muffins que preparan aquí, y ni en broma pensaría en dejárselo a él.

Cuando salimos de la cafetería el se ofreció a acompañarme a casa y ésta ves decidí aceptar. No tengo idea porqué pero ahora sí siento que le tengo más confianza. Sé que no me ha dicho la verdad sobre "su grupo de amigos" pero eso se irá logrando de a poco. Sólo espero no estar metiéndome en problemas...

— Aquí es –señalé mi casa cuando llegamos y él asintió observándola detenidamente.

— Es muy bonita. Éste es un buen barrio.

— Sí. Bueno... ¿Nos vemos mañana?

— Claro. Tengo una idea. Que tal si te espero cerca de la tienda del centro y de ahí vamos juntos hasta el instituto. Digo, para que no vayas sola –se encogió de hombros y asentí.

— Claro... Digo, genial. Nos veremos allí mañana... –al parecer él estuvo a punto de darme un beso en la mejilla, pero el ruido del motor de un auto deportivo llamó su atención al instante. ¡Milagro! El presumido ha vuelto. Mi atractivo vecino desaparecido volvió y estacionó su auto frente a su casa. Al bajar pude notar una energía algo extraña salir de Lucky, y al ver su rostro parecía bastante indignado por la presencia de él.

— Coraline. Buen día –me sonrió, ignorando a "Cabello de abuelita" que estaba a mi lado.

— Lo mismo digo, Hudson.

Mentira.

Allí fue cuando ambos finalmente miraron y el rostro de Lucky se desfiguró totalmente. Era sorprendente ver con cuanto desagrado observaba al idiota de mi vecino, mientras que él se limitaba a simplemente mirarlo de forma seria y lo ignoró. Entró a su casa sin decir más nada.

— Algo me dice que ustedes sí se conocen, y bastante bien –me crucé de brazos y Lucky despertó de su "trance".

— ¿Que? No. Bueno... Sí lo conozco pero no en lo personal. Solamente oí algo malo de él y desde ahí me cae mal. No me hagas caso.

Si hay algo que yo sé mejor que nadie, es identificar las emociones de las personas según lo que reflejan sus rostros, y el rostro de Lucky ha reflejado un odio mucho más profundo del que podría tener alguien hacia otra persona simplemente por dejarse llevar de "un chisme". Por la única razón que no insistí en saberlo, es porque soy consiente de que no me lo dirá.

—Nos vemos mañana, C –se despidió de mí mientras se alejaba rápidamente.

— Adiós.

Cuando él pasó frente a casa de los Hudson, volvió a lanzar esa mala mirada pero yo no pude ver a quién porque las ventanas de esa casa están cerradas y el tonto de fue. Este lugar se vuelve cada ves más misterioso... Me gusta. Finalmente tengo un propósito en mi vida, y lo mejor de todo es que no he tenido tiempo de centrarme en mi misma para lamentarme o perder el control de alguna forma. Al parecer todo está en mi cabeza. Espero seguir así o de lo contrario podría volver a causar un grave problema y no quiero irme de aquí. No tan pronto. Pretendo descubrir los secretos que estos extraños chicos ocultan... Al entrar a casa me di con la gran sorpresa de que estoy sola. ¡Genial! Casi nunca tengo toda la casa sola para mí así que pienso aprovecharlo. Iré a mi habitación a comer porquerías e investigar sobre símbolos. Yo no pienso tratarme el cuento de Lucky. No nací ayer. Pretendo investigar e informarme muy bien al respecto. Internet sabrá darme una respuesta... O eso espero. Comencé buscando "Símbolos extraños" y no encontré nada. Luego intenté con "Tatuajes inusuales y sus significados", y mucho menos. Estuve tan concentrada investigando que jamás me di cuenta del momento en el que llegaron mi madre y mi hermana de hacer compras. Me había olvidado que yo también debí haber ido con ellas, pero no me regañaron porque les dije que volví a tomar un café con Lucky. No quise cenar porque pensé que estaba cerca de descubrir algo, pero nada. Ni un buen resultado. No recuerdo hasta que horas estuve navegando porque creo que de un momento al otro me quedé dormida...

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Problem 1 [Editando].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora