No comprendía bien la situación en la que me encontraba, o mejor dicho no tenía puto sentido.
En primer lugar, todo estaba completamente oscuro, y ¿húmedo? ... no, no era eso era como una especie de viscosidad era extraño, intente estirarme, mover mi cuerpo, pero el lugar donde me encontraba no era grande que digamos, es más me sentía aprisionado, pero tenía un sentimiento extraño, no podría explicarlo.
Abrí la boca para tomar una bocanada de aire y... ¿dónde coño estaba el aire? Lo que había entrado en mi boca ¿era un líquido? ¿Cómo podía ser que no me estuviera ahogando? pero realmente no estaba sintiendo asfixia ni es que se sentía mal.
Tampoco podía oír bien lo que pasaba fuera de ese lugar, pero seguramente era por el extraño líquido o que las paredes eran muy gruesas, a excepción de un golpeteo rítmico que se oía muy claramente.
Una persona en sus cabales se estaría preocupando en mi posición pero extrañamente yo no lo estaba, no sé qué pero algo me mantenía relajado, tal vez era la calidez del lugar o ese sonido rítmico, los cuales me relajaban. Sentía como si esto fuera un recuerdo olvidado...como un deja'vu. La melancolía comenzó a recorrer mi cuerpo mientras más me relajaba.
Era todo tan cálido y confortante que podría haberme quedado allí años sin la necesidad de salir.
Empezaba a perder mi conciencia nuevamente, espero no se me haga costumbre desmayarme en este mundo.
Fin parte 1
Volví a estar en conciencia...pero no sabía cuánto tiempo había pasado. Seguía en el mismo lugar, realmente nada había cambiado desde que me desmaye... o eso creía.
Fuera se escuchaba más ruido de lo habitual y el sonido que anteriormente se escuchaba relajado, comenzaba a acelerar su velocidad.
Extrañamente comenzaba a asustarme lo que estaba pasando, pensándolo bien ¿hace cuánto fue la última vez que había comido? Realmente no sentía hambre, pero ¿Por qué?
La relajación y calidez que había sentido hasta hace un momento esa paz y tranquilidad comenzó a transformarse en un sentimiento de profundo e inquietante estrés.
Me percaté de que el líquido viscoso que me rodeaba comenzaba a disminuir con velocidad, y el ruido comenzó a aumentar.
De un momento a otro comenzaba a sentir como si estuviera siendo apretado entre dos almohadas, como si intentara pasar entre dos personas de un gran tumulto en un concierto dentro de la tomorrowland...se sentía frio, calor, humedad, aire no podía describirlo correctamente una gran cantidad de sentimientos me inundaron.
Me sentía Pegaso, y tenía frio... de pronto comprendí, como si la vida zurrara a en mi oído su secreto mejor guardado, hasta hace unos instantes los sentimientos que tenía no eran míos. El alimento del cual me nutria no entraba por mi boca, el oxígeno que corría por mis venas no era absorbido por mis pulmones. Todo eso eran regalos de alguien más, alguien que me mantuvo con vida...o mejor dicho alguien que me regalo parte de esta nueva vida, me encontraba en el útero de mi nueva madre, Y acababa de sentir nuevamente mi nacimiento.
No podía entender cómo podía presenciar, o sentir mejor dicho, mi nacimiento de esta manera. Podría ser porque mi alma ya es madura, o por mis dones otorgados, pero no estaba seguro realmente y no tenía la información suficiente para saberlo.
De una manera súbita y repentina sentí un golpe en mi trasero, seguidas de unas ganas irresistibles de comenzar a llorar sin control alguno...
— Es un niño—. Dijo una voz masculina muy segura y correcta—. Y uno muy sano, felicitaciones señora Schell—. Afirmo después de una pausa.
Y me entrego a las enfermeras, las cuales me envolvieron en unos paños, sentí el cálido beso de mi madre y luego me llevaron a higienizar mi pequeño cuerpo...
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Luego de tres días haciéndome diversos estudios y de solo ver paredes blancas, enfermeras vestidas de un mismo color, doctores tomando mis signos vitales, y de que enseñen a mi madre, una belleza de un hermoso cabello dorado y unos ojos azul intenso con rasgos que denotaban que provenía de un pueblo, pero eso es parte de su belleza, y mi padre un hombre muy masculino, ojos café y cuerpo de leñador.
Era muy gracioso ver como mi padre se esforzaba tanto en aprender cómo poner mis pañales mientras yo me movía haciéndolo más difícil para el y así como dije, esos tres días pasaron rápidamente y dejaron que mis padres me llevarán a comenzar mi nueva vida...
Todo parecía que iba a comenzar bien, y así fue.
Salimos del hospital y nos dirigimos hacia un automóvil... pero este tenía algo extraño no es como la imagen que recuerdo de los autos, al menos no completamente. No presté real atención a esto, ya tendría tiempo para estudiarlo en otro momento...en ese instante solo quería observar todo lo que me mostrara ese inmenso mundo por explorar.
Mientras salíamos hacia la ciudad mi padre me dijo:
— ahora iremos a casa Gale, espero te guste—. Expresó con felicidad mientras continuaba manejando. Por cierto, Gale Schell así me habían nombrado mis nuevos padres, Lais y Norman Schell.
Yo me encontraba reposado sobre mi asiento para bebes en la parte de atrás veía como los gigantescos edificios de la ciudad seguían pasando y pasando, no podía ver la parte más alta de los edificios, me sentía como una hormiga observado por gigantes de acero y concreto.
Pero al desviar mi atención del exterior y volver a lo que sucedía dentro del auto, la inquietud que me generaba el sentirme observado por gigantes, se vio opacada por el calor y amor hogareño que emanaban mis padres.
Este sentimiento que había olvidado, cálido y suave, el amor de una familia... hace años no sentía esto, estaba en paz conmigo. Tanto que sin darme cuenta me había dormido. Comenzando así mi nueva vida al igual que todos los seres vivos, con un primer suspiro fuera del vientre de mi madre.
