Oficial Harrison.

Pistas

Me levante un poco más temprano de lo normal  y hice la misma rutina del día anterior excepto por el hecho de que mi cabello estaba pasando por un mal momento; no tenía forma, bueno no parecía cabello mas bien parecía un nido de pájaros.

Con mucho esfuerzo y un poco de ayuda de la plancha para cabello logre que por lo menos ya no se viera tan esponjado y fuera de si.

Con mucha pero mucha suerte logre llegar antes que Oficial Harrison y no tendré que escuchar sus quejas por mi "gran irresponsabilidad" al parecer él es alguien importante dentro de la policía ya que su oficina está muy bien ubicada.

Miro la hora y ya no tarda mucho para dar las 9:00 AM y según me han dicho varias personas él es una persona que casi nunca ha llegado tarde lo cual le admiro ya que es una cualidad que a mí no se me da mucho y justo cuando mi reloj da el pequeño timbre que avisa que ya a cambiando la hora él se acerca hacia su oficina.

—Buenos días. —Dice sin mirarme y se adentra en su oficina.

—Buenos días. —Le sigo —Muy bien hoy iniciaremos con el caso, así que tome asiento, al adentrarme miro que el lugar es de lo más simple; las paredes de color gris, un escritorio de madera y un par de sillas negras no hay nada de color dentro de este.

Deja su maletín sobre su escrito y saca de el una carpeta, la coloca en medio y la abre, dentro de ésta, se encuentran lo que parece ser el expediente de unos hombres que no logro distinguir.

—Él es Adam Jones, el líder del grupo de narcotrafico mejor conocidos como "Los diablos" se podría decir que él es el diablo mayor. —Me pasa una fotografía de un hombre no mayor de 30 años, su cabello es rubio y ondula y sus ojos son de un color café la verdad no parece alguien que ha causado tanto daño, y como si leyera mis pensamientos el responde mis dudas.

—No te fíes de su cara de ángel el si le da todo el sentido a su apodo. —Dice mirándome.

—Y él es Paul Hank su peor enemigo, él es uno de los más jóvenes en liderar el grupo "black" su padre fue el más temido de todo el lugar hasta que murió. —Tenía razón en la fotografía no parecía tener más de 20 años y al igual que el anterior el parecía ser alguien que trabajara para el narcotrafico.

—La última vez que se les vieron fue en la ciudad continua a esta y digamos que por una coincidencia los dos se encontraban en el mismo lugar y a la misma hora.

Su vista aún seguía en los papeles y parecía que la información no sería muy buena ya que su mira cambio.

— Desde ese encuentro es donde su disputa para ver quién es el controlara al bando del otro empeoro y ha dejado tras él una serie de muertes por toda la cuidad pero el problema no acaba ahí al parecer se están extendiendo.

— ¿Cuál es el último lugar donde se han hallado cuerpos? —Me atreví a preguntar.

— En Nebraska —Dijo sin titubear. —Pero han pasado semanas desde eso lo que significa que ya están en otro lugar. 

Dicho esto el empezó a escribir todo lo mencionado anteriormente en una gran pizarra. Teníamos poco tiempo para saber dónde se encontraban cada uno y cuando seria su próximo movimiento y lo peor teníamos pocas pistas con las cual seguirlos ellos eran muy cuidadosos.

—Tenemos a un antiguo trabajador de Adam y tal vez podremos hacer que nos diga algo que nos ayude a saber dónde se encuentra.

—Muy bien y ¿cuándo iremos a hablar con él? —Le pregunte mirándolo a los ojos.

—No lo sé no están fácil primero debemos hablar con el Oficial Thompson y pedir permiso para poder hacerle unas preguntas.

  —Yo puedo ir. —Dije levantándome de mi asiento.

   —¿Enserio? seria de gran ayuda.  

   — Si, bueno en un momento regreso.

Me dirigí hacia la oficina del Oficial  Thompson y le expuse  la petición.