-Hola, mi querida dama. Lamento las molestias soy Ethan Brown.
Sintió que perdía el equilibrio, las piernas se le doblaban y finalmente cayó en un oscuro vacío.
-¡Mi querida dama!-dijo Ethan- ¡Eres un tonto, tonto, tonto! ¿Que impresión es esa? ¡Hiciste que se desmayara!-hablaba consigo mismo mientras la tendía en la cama.
-Esa impresión no era como me la imaginaba. ¡Me siento fatal!
-Ethan- Flash back
Anabelle está durmiendo, esta es mi oportunidad, mi oportunidad de cambiar todo, debo correr si quiero conocerla.
Ethan agarró un cambio de ropa, pan, comida variada y frutas en abundancia. También jabón y mucha agua.
-Si me apresuro podré llegar con el brujo Tkangan en 4 o 5 días. Eso es.-
Corrió y se paresuró lo más que pudo.
-Un momento... se me estaba olvidando algo.-
Sacó de bolsillo un frasco de cristal amarillento y deteriorado con un líquido negrusco
-Esto me dará más tiempo. Si Ana toma de esto dormirá 6 meses. Espero que la señorita de la cocina pueda dárselo.
Fue a la cocina donde se encontró con un joven fatigada y llena de cansancio que la hacia ver más vieja de lo que era.
-Hola, amo Ethan.
-Por favor, Esmeralda no hace falta el amo. Dime Ethan.-dijo con dulzura.
Esmeralda sonrió.
-¿Se le ofrece algo... Ethan?
-Sí, por favor. ¿Puedes darle a mi esposa esta medicina cuando despierte?-saco el frasco- ultimamente la he visto muy mal y la verdad quiero que se recupere sin enterarse. No le diga que es medicina. Pongalo en su bebida o en algo que le guste. Y por favor no le diga que me he ido.
-Claro, señor Ethan.
-Muchas gracias, Esme.
-Tenga cuidado.
-Lo haré.
Esmeralda sabia que Ethan tenía muchas ganas de librarse de su esposa. Los dos habían platicado de ello decidiendo que lo mejor era que se arriesgara y dejara a su fastidiosa esposa. En verdad le agradaba que ese día él estuviera tan entusiasmado y decido en irse. De seguro había encontrado el amor...
-Ethan-
-¿Cómo estás campeón? ¿Listo para dar un largo viaje?
Se dirigia a su caballo blanco como la nieve y majestuoso. El caballo asintió y los dos se encaminaron a un largo camino.
El caballo trotaba y trotaba por el inmenso bosque. El aire sacudía su cabello. Era verdaderamente una escena majestuosa.
El bosque se abria en cascadas hermosas con los colores del arcoiris ya que las montañas tenían cristales.
Las flores despedian un olor exquisito todo era simple pero extramadamente bello.
Iban hacia el oeste. Cruzaron arroyos, lagos, manadas de animales y uno que otro tronco caído.
Cuando salió Ethan eran las 1:00 p.m ahora eran las 9:00 p.m
Pararon en una especia de cueva, llano solitario y con montañas al rededor.
Ethan prendió una fogata, muy rápido debido a sus habilidades se sobrevivencia, cocinó pescado que el mismo pescó en un río a 50 metros del lugar con un poco de pan y unas deliciosas uvas.
-Sé que ya es avance este largo camino pero... necesito verla lo más pronto posible, ¿no crees?-se dirigió al caballo- Quiero salir de aquí lo más pronto posible así que no dormiré, no dormiremos los dos, esta noche partimos.
Bueno, tal vez un pequeño sueño no nos vendría mal.
Se recostó en el frío piso y empezó a soñar no precisamente cosas lindas...
-Ethan, ¡Ayudame, ayudame! ¡ETHAN! ¡ME QUEMA! POR FAVOR...!
Se despertó de súbito bañado en sudor, con el corazón palpitandole al mil por hora.
-¡Basta!-gritó-Campeón tenemos que irnos ahora. No puedo seguir esto no me puede acosar por toda la vida. Por favor no.
Se sujetó el cabello tan fuerte que se lo pudo haber arrancado. Empezó a sollozar y luego a llorar.
-No, ¿por qué? ¿por qué a mi? Vete, vete maldito recuerdo-susurraba- no... mi amor, lo lamento...
De repente una cólera lo inundo.
-¡Te odio Anabelle!-gritó-
Ya no seré tu estúpido ahora tú perderás la batalla.-siseó.
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Enamorado de mi lectora. ❤
JugendliteraturSe prohibe la copia incompleta o parcial del libro al igual que las traducciones sin créditos estrictamente realizados. Vamos, no lo hagas. Respeta el trabajo ajeno que con tanto esfuerzo, cariño y paciencia se hace. Disfruten de la lectura.