Narrado en un mundo paralelo, distinto al actual, en el cuál Alex y Willy se conocen de una forma diferente.
Narrado por Alex.
------------------------------------------------------Otro día más que pasaba y yo seguía aquí. Nadie me quería, nadie me ayudaba, todo lo hacía solo…
-Presta atención- Murmuró el chico que estaba a mi lado. Él me caía bien, pero aun así, cuando estaba con sus… como debería llamarlos, ¿amigos? Digamos que sí. Bueno, cuando esta con sus amigos, me trataba mal, así como el resto.
-Este… yo…-Baje la mirada. Si, a pesar de todas las cosas que se me venían a la cabeza para responderle, no podía decir ninguna.
Él sonrió y volvió a prestarle atención a lo que nuestros mayores decían. Esas palabras no entraban en mi cabeza, así que decidí ignorarlas y mirar por la ventana. Él día estaba nublado. Horriblemente nublado. Seguramente hoy no nos dejarían salir, pero encontraría la forma de escaparme un rato; Con tanto tiempo en esté lugar, había encontrado varios pasadizos.
Apenas terminaron su pesada charla, nos dijeron que no saliéramos. Pero bueno, que nunca les hacía caso, así que no iba a perder nada.
Como siempre, en los túneles no se veía nada de nada. Solo podías ver una luz cuando encontrabas la salida, mientras tanto debías guiarte con tu oído y tacto.
Al salir de ese asfixiante lugar, comencé a sentir el aroma del afuera, de la libertad. De eso que rara vez conseguía tener.
Comencé a caminar, mirando las rejas que me separaban con el afuera. Con él ser un niño normal, como cualquier otro.
No me gustaba estar encerrado.
-T…Tú…- Escuché que alguien me llamaba, así que lo primero que hice fue voltearme hacía esa voz
-¿Quién eres?- Ese chico está fuera de las rejas- ¿Cómo saliste? Te retaran.
-¿S…Salir…?- El negó repetidamente con la cabeza y volvió a hablar- Yo no soy de aquí…
-¿Y qué estás haciendo entonces? Vete, o te atraparán.
Como hicieron conmigo…
Cada vez entendía menos a este chico, intentaba explicarse, pero solo se complicaba más
-S…Solo dame la pelota…-Dijo señalando una pelota que estaba dentro de la reja- Se me cayó y los señores de la puerta me dan miedo… No quiero pedírselas a ellos…
Me reí un poco y agarré la pelota
-¿La quieres?- El asintió con la cabeza- Entonces… ¿Me sacaras de aquí?
Él se quedó callado, y entonces sonrió
-Lo intentare.- Le devolví la sonrisa y entonces le pase la pelota.- Puedo pedirle a mi Madre que te ayude…
Padres… Esa otra cosa que me hacía no ser un niño normal…
-¡ALEJANDRO!- Escuché que me llamaban desde adentro del instituto- ¿Dónde está ese chico? ¿De nuevo escapo?
Lo miré, con extremo terror en la mirada. Se habían dado cuenta de que no estaba con el resto de los chicos
-Ayúdame…- Le susurré totalmente asustado.
Él comenzó a desesperarse, se notaba que no tenía ni idea de que hacer. De verdad, esté chico era raro.
Pero… Esos nervios que él tenía, me hicieron reír.
-Soy Alejandro, dime tu nombre antes de que me vengan a buscar…-Miré hacia atrás, asegurándome de que no hubiera nadie.
-Soy Guillermo… Pero me dicen Willy, porque… Bueno, Guillermo… William… Willy…- Y de nuevo, estaba él tratando de explicar algo que yo no entendía.
-Bien, te diré Willy.- Me di la vuelta- Recuerda cumplir con lo que dijiste, por favor…- Y le sonreí antes de salir corriendo hacía el edificio.
Ya habían pasado 5 años desde eso. Hoy era mi cumpleaños número 14.
Aún nadie venía a buscarme, y Willy no había aparecido nunca más. Todos los días salía, esperando poder encontrarlo a él, con una sonrisa, y que me dijera “Te vine a salvar”. Aunque esas cosas solo la pensaban las niñas…
-Alejandro- Murmuró Sara. Ella era mi única amiga, si se la podía llamar así. Al menos, con ella me podía soltar y decir lo que quisiera.
-¿Qué pasa?- Corrí mi vista del libro y la miré. No eran muchas las veces que leía, pero no tenía nada más para hacer aquí.
-Mañana es el día.
Trague saliva, ella tenía razón.
Mañana vendrían los adultos a elegir a quién adoptarían. Y, era muy probable que mañana se la llevaran a Sara.
-¿Y? No me importa…- Me golpeo el brazo y se sentó a mi lado.
-Con esa actitud nunca te llevaran.
-No quiero que me lleven.
-Sí que lo quieres.
-No- Cerré el libro y me paré- Me voy a dormir.
-Es temprano…
Ella decidió callarse. No, no me iba a dormir, y ambos lo sabíamos. Iba a salir hacia afuera, esperando ver a ese chico que me había prometido sacarme de aquí.
Al salir afuera, sonreí inconscientemente. Me hacía feliz el solo imaginar que él estuviera ahí, extendiéndome una mano y diciendo que me sacaría.
¡Deja ya de pensar en cosa de niñas!
Miré hacía la reja, y lo vi. Ahí estaba él, jugando con algunos niños mientras que las niñas les aplaudían.
-Willy- Dije algo fuerte, haciendo que él se volteara, aunque cuando me vio, solo me ignoro, poniéndose de color rojo- ¡GUILLERMO!- Grité de nuevo, haciendo que está vez todos voltearan a verlo y luego a verme a mí.
Bueno, al menos había llamado su atención y conseguí que viniera hasta aquí.
-Yo… Este…-Él bajo la cabeza- Lo siento…
-Entonces… ¿Tú simplemente me olvidaste? ¿Me dejaste aquí tirado sabiendo que te había pedido ayuda? Vives bien con tus padres, ¿verdad?- Él no dijo nada, aún seguía mirando hacía el piso- Espero que sigas viviendo bien, porque yo te estuve esperando.- Eso lo hizo reaccionar y me miro unos segundos, aunque luego me di la vuelta.- Creí en ti todos estos años.
-Espera… ¡Alejandro!- Él me llamo, aunque está vez fui yo quién lo ignoro.
Entré de nuevo a ese lugar que tanto odiaba y que tantos malos recuerdos me traía.
Estaba decidido, mañana conseguiría que alguien me saque de aquí.
UF. Esto se estaba poniendo difícil. Ya se habían llevado a Sara y a otros chicos más. Y claro, no me elegían a mí.
Y bueno, así paso el día, y nadie me eligió. Y ahora estaba solo. Sin amigos, y sin nadie. No tenía esperanzas siquiera de que alguien viniera a sacarme.
Podría… Podría escaparme.
Ya que no había demasiados chicos, si no estuviera, se darían cuenta, pero, ¿qué más da? No me buscaran, ya cumplí 15.
ESTÁS LEYENDO
Solo déjame estar un amanecer más junto a ti. | Mini-fanfic Willexby.
FanfictionAlejandro vivía en un hogar adoptivo, su vida era monótona. Un día, un niño de mejillas sonrosadas y pequeños ojos se acerco a él, ¿qué ocurrirá?