DULCE Y REFRESCANTE

10 2 0
                                    


El fin de semana paso más rápido de lo pensé, entre tareas para la escuela, mis hermanos haciendo mi vida una tortura y el típico domingo de familia; no negare que pase más de una vez por las calles que van a la tienda con la mínima esperanza de ver a Bruno, pero nada, así que esfume cualquier ilusión de volverlo a cruzar. Sinceramente tengo que dejar de pensarlo, mi corazón tenía que tomar unas vacaciones con respecto al amor y los hombres, sigo dolida por todo lo que sucedió con James y ahora las alocadas hormonas se revolucionaron por un completo desconocido. En fin, todo paso tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos me encuentro en los pasillos de la escuela comenzando la semana.

-¡Aria! – gritaron sobresaltadas el dúo dinamita tomándome de un brazo cada una, Mae y Camile son mis amigas desde que era pequeña, no hay persona más efusiva que el par de gemelas, realmente están locas aunque eso no opaca lo bellas que son; al ser gemelas, las dos son idénticas, el mismo cabello rubio rebelde, la misma tez blanca como la nieve, miradas celeste cielo, de silueta esbelta y pequeña – dinos que hiciste la tarea de historia del Sr. Mark, nos pasamos el fin de semana viendo series ya que estábamos enferma que nos olvido por completo.

-¿Saben que destruyeron mis pobres tímpanos con su grito?, y creo que también me causaron dolor de cabeza- respondí masajeándome la sien, sacando las hojas del bolso- tomen y por favor alejen su peste de mi, las amo pero no quiero terminar enferma.

-¡Eres nuestra maldita salvación!- chillo Mae abrazando las hojas como si su vida dependiera de ellas.

-Si tan solo estudiaran más...

-Si tan solo no fueras tan aplicada- contraatacaron ellas, ganándose un golpe en la cabeza "Aria Mason poniendo orden".

- Que yo preste atención mientras ustedes duermen o chillan de algo no tiene nada de malo – me defendí sentándome al final de la clase, ellas se dejaron caer a mi lado.

-Pero...

-Nada de pero, ahora copien rápido que ya llegara el profesor- inquirí ganándome sus miradas asustadas mientras copian.

La clase de biología paso lenta y torturosa, encima me gane una amonestación gracias a mis dulces amigas, "¡¿Quién entrega un trabajo con el nombre de la persona a que le copiaron?!", solo ellas podían llegar a hacerlo, tres trabajos idénticos con mi nombre pero con distinta letra. El comedor está repleto de adolecentes, busque la mesa en la cual nos sentamos siempre, Ethan con los demás del equipo y algunas chicas están charlando animadamente.

-Me entere que hiciste enfurecer al viejo de biología- comento burlón mi hermano entregándome una bandeja con comida – veo que quieres seguir los pasos de tu hermano, me siento orgulloso- exclamo secando lagrimas imaginarias de sus ojos.

-Debiste verlo, todos creíamos que iba a explotar de lo rojo que se puso- comentaron el dúo riendo.

-¡Y todo culpa de ustedes! No se vale, ahora solo yo tengo una amonestación – gimotee dándole un mordisco al sándwich- ahora tráiganme un batido para saldar su deuda.

-Pero la cola es enorme.

-Me lo deben- dije molesta, haciendo que ellas vayan por mí batido con el rabo entre las piernas, mentira no estaba molesta pero quería hacerlas sentir poco mal por lo que paso.

-Aquí esta- exclamaron dejando un delicioso batido de frutilla frente a mis ojos.

-Yo quería de doble chocolate.

-Pero tu odias el chocolate- dijeron indignadas - ¡Aria!

Es verdad detesto el chocolate, díganme marciano, anormal o lo que quieran, pero no había cosa más fea que el sabor a chocolate en la boca., "¡eres toda una malota Mason!".

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 25, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Chica De HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora