Tome el puente de mi nariz mientras asimilaba lo que estaba pasando en estos momentos.
— ¡No me impondrán ninguna de sus tonterías!!. —Grito furiosa.
No puedo creer que me quieran poner a una persona persiguiendome las veinte y cuatro horas del día.Mi madre masajea sus sienes con frustración al tiempo que cierra sus ojos lentamente.
Mi padre se limita a quitar sus gafas y mirarme con atención.
Llevamos aproximadamente media hora discutiendo sobre el mismo maldito tema.
—No tendré un guardespalda y punto. — Finalizó golpeando el escritorio de mi padre con fuerza.
Auch.
Debo admitir que me dolió.
Mi padre se levanta de su asiento lentamente sin despegar la vista de mis ojos. En ellos se refleja enojo, frustración y decepción.
Levanta su dedo índice acusadoramente hacia mi.
—Te hemos educado incorrectamente Summer. No haremos caso a tus caprichos. Esto vas más allá de lo que tu quieras. Es por tu seguridad. ¿Por qué no lo quieres entender? Hemos sido atacados tu madre y yo. Por poco somos secuestrados. No queremos que nada malo te pase y punto, no se discutirá mas— estoy a punto de replicar nuevamente.— No tienes derecho a replicar y mucho menos a opinar, sigues siendo una niñita inmadura y malcriada. Estas convirtiendote en una figura pública Summer, necesitas un guardespalda y punto.
Cierro los puños a mis costados sintiendo una impotencia increíblemente horrible.
—Tengo veinte años, ya soy mayor y no necesito de alguien que me cuide. Todos se burlaran de mí por eso. ¿No lo entienden?
Escucho una risa sarcastica proveniente de mi madre.
—Tendrás veinte años pero sigues siendo una inmadura incesata. Nosotros pensamos en tu seguridad, la única persona que no entiende nada aquí eres tu. Y con respecto a tus amigos a nosotros no nos importan. Ellos son igual de inmaduros y malcriados que tu. Sólo salen de fiesta en fiesta. Siéntete suertuda que te ponemos un guardespalda y simplemente no te dejamos salir para nada. Lo cual me parece sería una mejor opción — rodea a pasos lentos el escritorio de papá hasta posicionarse frente a mí con los brazos cruzados — tus amigos no son una buena influencia. Al igual que ese noviecito tuyo, el cual no recuerdo su nombre por tantas veces que han terminado y vuelto, prácticamente tú vida se limita a estar todo el día fuera, terminar con ese chico, salir con otro y luego volver con él. Oh y claro lo más importante, faltar a la Universidad cuando deberías asistir.
Fulmino a ambos con la mirada antes de dar media vuelta y salir de la oficina de papá.
Cierro la puerta tras de mi tan fuerte como se me es posible provocando un gran estruendo que retumba en el pasillo.
Recorro el largo pasillo hasta llegar a las escaleras del primer piso.
Bajo a grandes y fuertes pasos los gruesos escalones.
Me dirijo directamente hacia la entrada dispuesta a tomar mi auto y salir de aquí rápidamente.
Bajo los grandes peldaños de casa dirigiéndome a mi pequeño y acogedor convertible aparcado frente a la gigantesca fuente de piedra.
Frente a este con un impecable traje negro y camisa blanca se encuentra Charlie. El encargado de la seguridad en casa.
Extiendo rápidamente mi mano hacia él dando la señal para que entregue mis llaves pronto.
Charlie mantiene una expresión duda en su mirada.
—Señorita Loughty me temo que sus padres no me han dado la autorización de otorgarle las llaves.
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Ese Es ¡Mi Guardespalda!
Teen FictionSummer Loughty, fiestera, alocada, caprichosa y sobre todo arrebatada. Es una chica de veinte años. Que se encargará de hacerle la vida horrible al guapo y sensual Edrick. Edrick Ivanov guapo, musculoso y sobre todo muy pasciente, se encuentra con...