Capítulo 1

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Respiro hondo mientras me incorporo en la cama. A mi lado se encuentra Brad dormido sobre su pecho muy relajadamente. No puedo evitar pasar mis manos por su bien esculpida espalda.

Brad abre los ojos lentamente encontrándose con mi mirada. El sol reflejado en sus ojos color avellana.

— ¿Qué hora es cariño? —Pregunta adormilado.

— No lo sé, pero será mejor que me vaya a casa, mis padres se enojaran . —Rápidamente me levanto de la cama buscando mi ropa por algún lado de la habitación.

Brad se incorpora mientras escanea la habitación en busca de su ropa.

Le lanzó en la cara sus boxers que se encuentran junto a mis zapatos.

—Vayamos a algún lugar a desayunar.  —Propone.

Debo admitir que muero de hambre, pero si quiero conseguir lo que quiero lo mejor será que llegue por lo menos al desayuno para apaciguar un poco las cosas con mis padres.

—No puedo, debo llegar a casa pronto.

Brad asiente con la cabeza.

— Me bañare rápido y luego me iré ¿de acuerdo?

Me acerco hasta el y depósito un suave y cortó beso en sus labios.

—Podría bañarme contigo ¿sabes?

Sonrió.

—No lo creo, si quiero llegar pronto será mejor que no me distraiga con nada. —  Le guiño un ojo antes de entrar a su baño y tomar una ducha rápida.

****

Bajo lo más rápido posible del auto corriendo por entrar rápidamente por la puerta trasera de casa.

Entro por el lado de la cocina así que me encuentro con la cocinera (quien no recuerdo su nombre ) y una servienta preparando el desayuno seguramente para servirlo en el comedor principal.

Las dos chicas al notarme hacen como si nada pasará, es muy normal y frecuente que entre por esa puerta después de no haber pasado la noche en casa.

—¿Mis padres ya están en el comedor?

—  No, pero será mejor que cambie su ropa si no quiere que noten que no estuvo aquí en casa. No sea demasiado obvia señorita Summer.— La cara de la cocinera se nota cansada y a la vez descepcionada, ella a hablado cientos de veces conmigo acerca de pasar la noche en casa y no salir todos los días.

— Sí, lo tengo en cuenta. —Salgo dispara hacia las escaleras para ir a mi habitación.

Chocó hombro contra una ancha espalda proveniente de un hombre con traje negro. Escucho un pequeño "Lo siento" de su parte pero sin más continuo mi camino. No me interesa disculparme con nadie.

Me cambio rápidamente con unos jens rasgados, sandalias y una blusa holgada floreada.

Por obra divina del destino logró llegar al comedor antes que mis padres bajen listos para desayunar.

La sirvienta de hace un momento sirve todo sobre la mesa y sin esperar a mis padres comienzo a servirme, obra de mi estómago hambriento. Sobre mi plato se encuentra una comida saludable y baja en grasas. Si quiero mantener mi figura será mejor que continúe con mi dieta.

Justo cuando estoy a punto de colocar un trozo de tostada en mi boca, escucho la voz de mi madre claramente sorprendida.

—Vaya, esto si que es sorpresa.— Dedicó la sonrisa más grande y amistosa hacia mis padres.

—Buenos días cariño, ¿A qué se debe el placer de tenerte en la mesa con nosotros?  —Mi padre toma asiento en su lugar junto a mi madre.

—Sólo, baje a desayunar.

Ese Es ¡Mi Guardespalda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora