Epílogo

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-¿Entonces ella nunca estuvo junto al chico que amaba?-la pequeña niña miraba con lágrimas en los ojos a su madre.

La mujer se limpió una lágrima que resbalaba por su mejilla derecha y abrazó a su hija.

-Me temo que no.

-Pero ella lo amaba-se separó del agarre.

-A veces puedes amar a alguien, pero eso no significa que esa persona sienta lo mismo.

-¿Qué pasó con ella después? -se limpió sus lágrimas con la manga izquierda de su pijama de gatitos.

-Uso todo aquello que el chico provocó en ella y escribió muchos libros.

-¿Era escritora como tú?

-Así es, puede que no estuviera con ella, pero de no ser por eso nunca hubiera escrito.

-Vaya, ¿pero es feliz?

-Claro que lo es, ahora tiene un gran esposo y una hermosa hija.

-Tú eres la chica, ¿verdad?-la pequeña miró con tristeza a su madre.

-Sí, eres muy inteligente, me descubriste-la pequeña comenzó a llorar de nuevo y la mujer la abrazó-No llores cariño, mamá es muy feliz ahora.

-Pe...pero mamá lo amaba a él, y ella lloró mucho por su culpa.

-Sí, lo amaba mucho, pero ahora no es más que un recuerdo de mi adolescencia. Ahora te amo a ti y a papá, ustedes son todo lo que yo pudiera desear en esta corta vida.

-¿En serio?-levantó su cabeza y miró con sus ojitos brillosos por las lágrimas a su mamá.

-Claro que sí, quizás no tuve un final feliz, pero lo tuve con tu padre y contigo.

-¡Te amo mami!-reforzó el agarre.

-¡Y yo a ti corazón!

Pronto el sonido de la puerta abriéndose, puso en alerta a ambas, pero su expresión se relajo al ver de quien se trataba.

-¡Papi!-la pequeña se separó del abrazo y brinco para abrazar a su padre que se sentaba en la cama junto a su esposa.

-¡Mi amor!, ¿aun no duermes?

-No, mami me estaba contando una historia.

-Ya veo, bueno, es hora de ir a dormir.

-¿Puedo dormir con ustedes? -hizo ojos de cachorro.

-Esta bien- respondió la mayor.

Los tres se acomodaron en la cama, cada padre quedó en una esquina de la cama y la pequeña en medio, la cual no tardó en dormir.

-¿Estas bien?-susurró el hombre a su esposa.

-Sí, ¿sabes?

-¿Qué?

-Te amo.

-Y yo a ti-ambos sonrieron y luego se quedaron dormidos.

AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora