Prologo

12 0 0
                                    


Hay cambios que siempre se dan, cambios de actitud, un cambio en la forma de vida y de llevarla. Cambios hasta de domicilio, pero todos los cambios de alguna forma te cambian la vida.

Yo sufrí cambios cuando llegue a la pubertad y después a la adolescencia, en la que actualmente me encuentro, pero nunca pensé que ocurrirían más cambios y menos unos tan raros. Cuando cumplí los dieciséis años, adquirí una mayor fuerza física, pero también una mejor condición, ya no me cansaba con las cosas que anteriormente me dejaban tirada en el suelo o en cama, y mi regeneración se aceleró, mis heridas eran curadas con mayor velocidad.

Aunque el mayor cambio, que dio mi vida; casi como un giro de 180° grados, fue el que se dio durante mi estancia en Italia y el regreso a mi hogar, aquel país lleno de historia, religión y cultura. Fue él, el que hizo el cambio, un cambio que me lleno de alegría, a decir verdad fue un cambio para bien.

Aquel chico trajo algo nuevo a mi vida, no sólo con su presencia. Sino que también me trajo una verdad, que yo desconocía pero que me hizo entender varias cosas acerca de mi persona y de los cambios en mi cuerpo y en todo mi ser.

Continuara... ...


Ángel GuardiánWhere stories live. Discover now