Nanny era la abuela más cariñosa que existía. Yo sólo tenía una, así que tampoco podía hacer comparaciones.
Recuerdo cada tarde de domingo como mamá y papá se iban al cine y nos dejaban con ella. Nanny nos recibía a mí y a Ellen con galletas de frutos rojos, un vaso de chocolate caliente y dos caramelos de miel y limón.
Bueno, aún no me he presentado formalmente... Yo soy Robert. Por aquella época rondaba los diez años y le doblaba la edad a mi hermana. Ellen era adorable. Siempre solía llevar dos coletas despeinadas con lazos rojos. Yo odiaba mis pecas y mi pelo naranja y rizado.
Vivíamos en un pueblo pequeño llamado Shadowoods al suroeste de Utah, en Estados Unidos. Por aquel entonces apenas había población extranjera, exceptuando a la abuela. Nanny vino aquí siendo aún niña, sin apenas rozar la primera decena de años.
Nanny nos contaba historias de cómo ella y otros niños que vivían en un orfanato de Polonia, fueron rescatados por un búho mágico y traídos a este pequeño pueblo para ser protegidos de los nazis.
Al parecer, estos tipos nazis, debían ser muy malos, porque ella nos contaba como millones y millones de niños fueron separados de sus padres y nunca más volvieron a verlos.
Esa era Nanny. Nuestra cariñosa, peliblanca y la mejor cuenta cuentos que podríamos desear por abuela.
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Timothy Owl y los huérfanos de Holm Oak Street.
FantasyRobert y Ellen visitan cada domingo a Nanny, su abuela. Como cada fin de semana, la cariñosa abuela les narra historias increíbles de su infancia en Polonia. Un domingo cualquiera, mientras los hermanos están en casa de Nanny, algo mágico y sin prec...