El tiempo pasa, las heridas sanan.

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~Pov Kevin~

Aún no podía creer cuan rápido había pasado el tiempo. Dos años ya habían pasado desde aquel día oscuro que prefería realmente ni mencionar. Mi corazón de a poco dejaba de latir por aquel chico. Ya no era un niño iluso de 15 años, ya tenía 17 años, una mente bastante ordenada y una frialdad única me destacaba últimamente. Aunque ya casi serían las 10 de la mañana de un día sábado cualquiera, aun estaba acostado, no tenía ganas de levantarme; todo esto cambio cuando sentí un par de brazos rodear mi cintura y un suave beso ser depositado en mi cuello. Me giré suavemente y pude ver a aquel chico que siempre estaba para mi cuando lo necesitaba. Le sonreí con dulzura mientras me acurrucaba a su pecho con lentitud. Él era con el único
que seguía siendo igual, después de todo él no tenía la culpa de nada.


X: Flojito debes levantarte ya. -Me sonrió dulcemente, mientras yo hacía un tierno puchero negando, el cual él no dudo un segundo en besar.- Amor... no seas flojito, has dormido demasiado. -Bufe suavemente y me senté con cuidado.-
K: Malo... -Me subí sobre él, sentándome a horcajadas.- Kevin no quiere levantarse. -Sentí como sus brazos rodeaban suavemente mi cintura.-
X: Amor por favor. -Seguí haciendo pucheros para tratar de convencerlo- Dije que no.
K: Eish Eli malo, no deja a Kevin dormir, siendo que él tiene la culpa de que Kevin se quede despierto hasta tarde. -Hice un pequeño berrinche.-
E: Ya amor. -Me besó con suavidad.- Solo unos minutos más descansaremos y luego nos levantaremos bebé. -Sonreí al lograr mi objetivo, lanzándome sobre él para besarlo.-


Aún no entendía cómo era que Eli me mantenía feliz después de tanto tiempo. A su lado me sentía un niño aún, él me hacía sentir demasiado especial, me hacía sentir único. Si tuviera que relatar como fue mi vida en estos dos años simplemente diría difícil. Fue horrendo tener que pasar por tantas cosas pero sin duda, tener a Eli a mi lado había sido lo mejor que me pudo haber pasado. Después de que pasará casi un año desde aquel incidente decidí darme una nueva oportunidad con alguien que me quisiera. Eli desde entonces ha sido el novio ideal, nunca me presiono a hacer algo, todo se dio con su tiempo. Incluso ya habíamos llegado a hacer el amor... Aunque fue diferente que con Ki. Simplemente aún no lo podía olvidar por completo. Algo aún me recordaba a él.

Al terminar nuestra intensa y divertida sesión de besos y cosquillas con Eli, decidimos levantarnos e ir a bañarnos para comenzar a ordenar las cosas en nuestro departamento ya que todo estaba hecho un desastre a causa del poco orden que tenía mi novio.


K: ¡Amor! -Recogí del sofá uno de sus boxers muy sonrojado ¿Como dejaba ese tipo de cosas a vista de todos?-
E: ¿Qué amor? -Me abrazó de nuevo por la cintura, pero yo me aleje tirándole el boxer en la cara.-
K: Debes ser más ordenado ¿Cómo dejas tu ropa interior aquí? -Hice un leve puchero.-
E: Amor debes entenderme -Sonrió y beso mi cuello.- Es tú culpa... Estaba muy excitado ayer por la noche, solo quería llegar a la cama. 
K: -Me sonroje a más no poder- ¡Amor! Eres un pervertido.
E: Yo no fui el único, recuerda que tú me pedías que me apresurara -Dijo riendo.-
K: Shhhh silencio. -Le cubrí la boca muy sonrojado para luego seguir ordenando.-


Después de terminar de ordenar, me dirigí a la cocina para así preparar el almuerzo para mí y Eli. Prepare su comida favorita y como lo imaginaran eran solo frituras, si seguía así pronto terminaría con un osito barrigón como novio.

Sabía que pronto nos tocaría hablar de aquel tema que había estado tratando de evitar todos estos días. Pronto volvería a entrar al instituto... A aquel instituto en el que conocí al amor de mi vida. Kiseop seguía yendo en él y seguía practicando tan bien como siempre. Era el mejor de todo los liberos que había pero pronto yo le quitaría esa posición, así empezaría mi venganza. Eli había intentado hacerme olvidar de eso pero realmente aún seguía dolido con todos... Me sentí un ingenuo cuando me enteré de toda la verdad y aunque quizás no todos tenían la culpa, quería hacerlos ver que ya no era lo mismo de antes, yo ya había madurado.


E: Amor ¿En qué piensas?
K: El lunes volveré y tengo miedo de verlos... ¿Qué pasa si lo veo y me enamoro de él? Yo te amo a ti y...
E: Te apoyaré en todo... Aunque yo sufra, quiero verte feliz a ti.
K: Eres él mejor. -Lo abrace y suspire.-


Quizás al volver a ver a Kiseop mi mundo cambiaría radicalmente, quizás me enamoraría de nuevo de él o lo volvería a odiar... Aún no sabía que sucedería y tenía miedo de descubrirlo. Solo faltaban dos días para volverlo a ver y eso realmente me tenía preocupado. Solo espero no ceder... Porque yo aún te amo Lee Kiseop...

De los balones al amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora