La casa de Busan (Kookmin)

Capítulo I

Era una tarde común en la casa de los Park.

Jimin estaba en la universidad,  su madre se encontraba preparando lo que sería la cena y su padre,  leyendo las noticias en la sala.

Cuando la señora tuvo todo listo, llamó a su marido. Cenaron y charlaron tranquilamente, el señor habló de lo bueno que sería invertir en el extranjero. Mientras la señora Park  asentía atentamente,  su mente divagaba en el pasado.

La posición económica de  Lee Ji Eun y Park Jung Saa era  excelente. Gracias a la buena administración de los ahorros de ambos, sumada a las inversiones de sus dos mejores amigos,  los cuatro se graduaron de la Universidad de Negocios de Japón  y decidieron crear su propia empresa. Tres años mas tarde ésta se había expandido tanto, que ya era la más próspera en cuanto a temas de negocios se refería, invirtiendo en otras áreas como la salud y la tecnología.

Mientras cursaban el primer año en la universidad, Jung Saa se declaró a Ji Eun y medio año después, decidieron casarse. Fue una boda pequeña en la cual solo asistieron la familia de Ji Eun, y los dos mejores amigos de la pareja, después de todo Jung Saa solo tenía como familia a un primo que vivía en Incheón y a la madre de este, es decir, su tía pues se había criado con ella y no tenían buena comunicación debido a la distancia.

Además de la buena noticia de que la empresa se estaba abriendo paso de una manera bestial en el mundo de los negocios, Jung Saa recibió la noticia de que sería padre. No podría ser más feliz, de no ser porque esa mañana sus mejores amigos decidirían dar la noticia de su compromiso... Sin duda alguna, ese fue uno de los mejores años de su vida.

La boda se celebró tres meses después en Busan , ciudad natal de todos.

Hanna adoraba a Ji Eun, no solo por el hecho de que era su mejor amiga, sino porque podía confiarle cualquier cosa y se conocían desde niñas. Lo mismo pasaba con Jung Saa y Yi Hoo, el ahora esposo de Hanna. Se conocían desde niños y siempre se contaban todo el uno al otro.

Ese día, Yi Hoo le expresó a Jung Saa su deseo de vivir con Hanna en Busan y formar una familia allí. A Jung Saa le pareció una buena idea ya que necesitaba que Yi Hoo se hiciera cargo del nuevo proyecto que estaba creando y seguro que si este estaba a cargo suyo en vez de el de  Yi Hoo no sería tan exitoso.

Seguirían en contacto y se verían una vez cada dos semanas para ponerse de acuerdo con las cosas de la empresa y otros asuntos como el que sus esposas también se vieran diario, ya que Ji Eun estaba embarazada y quería a su mejor amiga con ella en el proceso de embarazo.

Ocho meses después, el trece de octubre de 1995 Lee Ji Eun dió a luz a un hijo, Park Jimin. Un pequeño de mirada dulce y carita risueña. Hanna era la madrina más orgullosa del mundo. No dejaba de acariciar a Jimin y decirle a Ji Eun lo lindo que este era.

Esa noche en el hospital, Hanna le contó a Ji Eun que quería tener un hijo.

Casi un año después, Hanna anunció su embarazo en la fiesta de aniversario de la empresa. Estaba de dos meses.Todo el mundo empezó a felicitarla, principalmente Ji Eun, que había sido testigo del sufrimiento de su amiga al fracasar en múltiples intentos de quedar embarazada.

Jimin tenía ya un año y dos meses de edad, el adoraba a la tía Hanna  y al tío Yi Hoo. Pero más a la tía Hanna. Cuando acompañó a sus padres al aeropuerto para desearles un buen viaje a sus tíos... El pequeño Jimin solamente lloró y lloró, y lloró mucho más fuerte cuando vio a la tía Hanna subirse al avión y que cinco minutos después este comenzara a despegar y perderse en el cielo.

Jimin no logró calmarse ni siquiera en los brazos de la niñera que habían contratado sus padres para cuidarlo... Su mente solo pudo estar tranquila cuando su madre lo tomó en brazos y mientras le hacía cariñitos en el pelo le susurró: " Iremos a Japón dentro de un tiempo, cuando tu tía haya dado a luz Jiminnie,  pero primero tiene que asegurarse de que el pequeño bebito no corra pelígro".

Se trasladaron a Japón porque la vida de Hanna peligraba.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .