<3 Imaginas Con Bts <3 (Bts y tú, LEMON)

Jin y Tú

      *La Panadería Sucia*

~Hola, soy t/n y soy de Corea, vivo con mi madre t/m y mi hermano Dylei, mi historia de vida es algo un trágica por la muerte de mi padre, pero vengo a contarles mi historia de... La Panadería Sucia

                       ...

-Joder mamá, dile a mi hermano que baje y que vaya por el pan -dije algo molesta-

-Tu hermano se esta cambiando porque saldrá con sus amigos t/n -dice mi madre desde la sala de estar-

-No me apetece ir mamá, además estoy en pijama toda fea -dije aun molesta y con algo de flojera-

- Venga, antes de que cierren, colocate una chaqueta. Por Dios hija mía, que la panadería esta aquí al lado. -dice mi madre con un tono un poco estricto-

Uf, que asco. No puedo estar tranquila ni los domingos por la mañana, en los que lo único que me apetece es estar en pijama, escuchar musica y chatear con mis amigos. Llevo unos pelos de loca y no tengo las más mínimas ganas de vestirte para ir a por el pan. Por mi yo no como, pero, ¿qué más daba?

A regañadientes por supuesto, arrastre mis pies hasta mi cuarto y me quito la pijama, me coloco unos pantalones de chándal que me quedan bastante anchos a la altura de las rodillas y una sudadera 2 tallas más grande que tu, pues aunque hace sol se nota el frío de marzo.

Paso a la cocina y mi madre ya me ha dejado el dinero en la mesa, me lo meto en el bolsillo de la sudadera y le meto un par de gritos a mi madre.

-¿Cuántas compro? -digo con flojera-

-Dos barras que no estén muy cocidas.- -dice mi madre acercándose sonriente-

-Vale, ahora vengo.-  -Vuelvo a suspirar y cierro casi de un portazo dando entender un, “me has molestado mi fin de semana”

Llego a la panadería y hay una cola tremenda, me doy cuenta de porque odio ir a comprar el pan los domingos, todo el mundo se pone de acuerdo a la misma hora para ir.

Por fin parece que se vacía la panadería y avanzo hasta el mostrador, antes de que el dependiente se gire, pues esta programando el horno, me dispongo a mirar todas las cosas ricas que hay en el escaparate de abajo, si todas esas que gracias a tu alergia a la lactosa ni puedes comer, sí, vaya mierda.

-¿Te pongo algo?.- -dice una voz masculina al otro lado del mostrador-

Alzo mi cara para encontrarme con unos ojos hermosos y brillantes y una hermosa sonrisa de lado. Lleva un gorrito blanco, bastante ridículo a decir verdad y unos guantes azul claro para no quemarse tomando las cosas. Le repaso por unas milésimas de segundo. El polo negro del uniforme le marca a la altura de los brazos, no, no esta nada mal. ¿Qué si me pones algo?, hombre pues sí, bastante.

-Esto sí, dos de esas.- -Señalo al sitio donde están detrás de él.- pero que no estén muy cocidas.

-Un momento.- dice y se gira a por lo que has pedido-. Le repaso esta vez por detrás y marcas una sonrisa al llegar al culo. El c?chico esta, ¿cómo sería la palabra?, ¿comestible?, hmmm, podría ser.

-Gracias.- -Tomo la bolsa y le paso el dinero.-

-A ti.- -Contesta- Pero lo hace cuando ya estoy saliendo de la tienda. Noto que te ha mirado, más bien que he repasado.

                      ....

Al domingo siguiente ni siquiera pensé lo de quedarte o no en pijama, sabes que te van a mandar igual, así que te vistes justo después de levantarte y te acercas a la cocina.