𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮「golddy 」

Capítulo Diez

Caminando por las calles se encontraba el joven rubio. Sus manos se encontraban dentro de los bolsillos de la chaqueta pues sin duda alguna aquella noche oscura el viento soplaba y poco a poco pequeñas gotas de lluvia caían sobre su cabello y cara. Sus pasos iban volviéndose más lentos y su vista se fijaba en el piso de cemento; en esos momentos no le daba tanta importancia con quien chocara o con que, después de todo, un golpe no lo iba a matar, así que...¿Qué más daba? 

Golden paró su caminar cuando escuchó su móvil vibrar en el bolsillo de su suéter. Con lentitud agarró el aparato y lo sacó, miró la pantalla "Rose", desbloqueo su celular y lo llevó a su oído. 

-Buenas noches Rose -Contestó lo más educado posible, cuando se disponía a preguntar como estaba la mayor lo interrumpió. 

-¡Golden! Tienes que venir ahora mismo, es Freddy. - La linea empezaba a cortarse por lo que el rubio empezó a correr para poder tener una buena señal- ¡Golden, rápido!

El pitido se escuchó y el chico alejó el celular.  Rápidamente intentó buscar por el GPS su ubicación. Cuando al fin pudo tenerla, se dirigió a la calle y paró un taxi.

...

Rose estaba desesperada, se encontraba en la sala de espera sentada mientras intentaba no quitarse las uñas. Golden había llegado tan rápido que apenas tuvo tiempo de pagarle al chófer. La castaña al verlo se levantó enseguida y fue hacía él.

-Lamento hacerte llegar a estas horas querido. -Agarró sus manos mientras las apretaba.- Quizás fue duro para ti salir de tu mansión y...

-Rose, tranquila, esta bien. Ahora lo importante es Freddy. -El menor intento tranquilizarla, la mayor asintió y miró donde sería la habitación del castaño. 

-Lo habíamos sacado en la tarde. Fox me dijo que habían decorado su habitación, que lindo de su parte...-Sonrió con ternura, sin embargo cambio su expresión a una seria.- Cuando íbamos en el parque empezó con problemas de respiración y con dolores en el pecho...Me preocupe demasiado y tomamos el primer taxi que vimos, cuando llegamos, él..se había desmayado..-La mayor intento aguantar las lágrimas, sin embargo un sollozo salió de ella y se desmorono a un llanto terrible. Golden no podía verla de esa manera, la rodeo con sus brazos atrayendola y dándole un cálido abrazo. 

Jamás había pensado en pasar aquel momento, en sus sueños imaginó al castaño feliz y sin problemas. Un doctor de cabellos rubios salió de la habitación con varios papeleos, sin embargo no paró para hablar con la castaña, siguió su camino a paso rápido, a los minutos un equipo ingreso a la habitación, otro sollozo salió de los labios de la mujer. 

...

Golden se encontraba enfrente de la gran puerta de madera, realmente quería ver a ese maldito doctor y que les diera la buena noticia. Golpeo la pared sin cuidado alguno, Rose se sobresaltó.

-Lo siento...-Se disculpó mirándola, ella asintió y siguió con la cabeza agachada, el rubio suspiró.- Vamos enano...sé que puedes lograrlo...Tienes que salir de ese cuarto con tu sonrisa y con tus hermosos y brillantes ojos, aquellos a los que con tan solo mirarte me recuerda el cielo...-Susurro el rubio con las manos en la pared; había una frase que su madre siempre le decía, "Las paredes oyen"

A través de la puerta se escuchaba una ligera recarga. Sus ojos se nublaron y lentamente se humedecieron. 

-No puedes irte ahora....no en este momento...-Las palabras salían solas. Golden arqueo la espalda mientras se abrazaba a si mismo. Lágrimas empezaron a salir, sin embargo, el rubio no se inmuto. Las voces en la habitación pararon. La puerta de madera se abrió alejando al rubio rápidamente. El joven doctor de hace rato salió con la cabeza agachada. El ojigris lo miró, sabía lo que iba a decir, se tapo los oídos. 

-Lo siento...-Dijo el mayor, Rose soltó un sollozo. 

Golden se agacho al piso, se abrazo a si mismo y sus lágrimas salieron poco a poco.

Freddy había muerto...